La reacción de Cuba ante el proyecto de Donald Trump para enviar migrantes a Guantánamo

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El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó el miércoles como un “acto de brutalidad” el proyecto de su homólogo estadounidense, Donald Trump, referido a habilitar la prisión militar de Guantánamo, en el este de la isla, para albergar hasta 30.000 migrantes que se encuentren bajo situación irregular.

En acto de brutalidad, nuevo gobierno de EEUU anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente”, escribió el mandatario cubano en X, al señalar que serían ubicados “junto a las conocidas cárceles de tortura”.

Díaz-Canel reaccionó inmediatamente después de que el flamante mandatario de Estados Unidos dijera que firmará “un decreto ordenando a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior que comiencen a preparar las instalaciones” de la Bahía de Guantánamo para “criminales en situación irregular”.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró por su parte que esta decisión “muestra desprecio hacia condición humana y Derecho Internacional”.

La base naval estadounidense ocupa desde 1903 un área de 117 km2, de los cuales sólo 49 km2 están en tierra firme. En su interior se encuentra esta prisión, inaugurada en 2002, como parte de la “guerra contra el terrorismo” declarada por el expresidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Pasaron por ella cientos de prisioneros, incluidos algunos miembros de Al Qaeda. Es polémica por sus extremas condiciones de detención y el uso de tortura. Los expresidentes demócratas Joe Biden y Barack Obama prometieron cerrarla, pero ninguno lo logró durante sus mandatos.

En septiembre pasado, el New York Times obtuvo documentos gubernamentales que muestran que la base también fue utilizada durante décadas para encarcelar a algunos migrantes interceptados en el mar -que intentaban justamente ingresar a territorio estadounidense de manera ilegal-.

Los detalles del proyecto que impulsa Donald Trump en Guantánamo

En un acto este miércoles por la tarde en la Casa Blanca, el jefe de Estado anunció ante un centenar de invitados: “Tenemos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que amenazan al pueblo estadounidense. Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en los países para todos ellos, porque no queremos que regresen. Así que los vamos a enviar a Guantánamo. Es un lugar difícil de salir”. Trump firmó una nueva orden ejecutiva instruyendo al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional a que comiencen a preparar el centro de detención.

Un rato después, en un encuentro con periodistas fuera de la Casa Blanca, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y el zar para la frontera Sur, Tom Homam, dijeron que el centro de detención será administrado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Ambos reiteraron que allí se albergará a “lo peor de lo peor”, y cuando se le preguntó a Noem qué tipo de supervisión tendrá el centro de detención, dejó una referencia a la última elección presidencial.

“La supervisión civil actual que tenemos en nuestro gobierno federal. Tuvimos una elección en noviembre que dijo claramente que el pueblo estadounidense ya no quiere a estos criminales e individuos peligrosos en nuestras calles”, afirmó Noem a continuación.

El presidente estadounidense Donald Trump sostiene un documento luego de promulgar la Ley Laken Riley durante un evento en la Sala Este de la Casa Blanca, en Washington

El presidente norteamericano hizo el anuncio sobre Guantánamo justo antes de firmar la Ley Laken Riley, la primera legislación aprobada por el Congreso durante su administración. La nueva ley dice que las personas que estén en EE.UU. ilegalmente y que sean acusadas de robo o crímenes violentos podrían ser deportados.

El nombre de la iniciativa responde a Laken Riley, una joven norteamericana de 22 años, que salió a correr en febrero de 2024 y fue asesinada por José Antonio Ibarra, un venezolano que se encontraba en el país ilegalmente. Ibarra fue declarado culpable en noviembre y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.

Trump utilizó durante la campaña electoral para vincular a los inmigrantes con el crimen, a pesar de que las estadísticas y la evidencia indica que los extranjeros cometen delitos a una tasa menor que los nativos.

Con información de AFP

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