Tres horas de un debate entre 17 candidatos porteños con más chicanas que propuestas

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Los 17 candidatos porteños, minutos antes de comenzar el debate (Foto Gustavo Gavotti)

¿Le habrá servido a los vecinos de la ciudad el debate de anoche entre los 17 candidatos a legislador porteño? El interrogante sobrevoló los estudios de TV donde se hizo la presentación de las propuestas y el intercambio de preguntas y respuestas de los primeros postulantes de las listas que competirán en las elecciones del 18 de mayo.

Era difícil que la importante iniciativa de escuchar a los candidatos dejara conformes a todos los porteños: son demasiados candidatos juntos y la transmisión por el Canal de la Ciudad se prolongó durante 3 horas con apenas dos cortes publicitarios. Pero la organización a cargo del Instituto de Gestión Electoral de CABA fue casi perfecta y los participantes del debate cumplieron razonablemente las reglas acordadas.

Aun así, los 175 minutos exactos que duró el encuentro dejaron sabor a poco para quienes esperaban conocer propuestas concretas para llevar a la Legislatura porteña. Hubo un pantallazo de ideas fuerza por parte de algunos, títulos rimbombantes de proyectos ambiciosos, excesivas chicanas y, como es tradicional, mucha intervención estudiada que salió del laboratorio de los consultores políticos.

Santiago Caputo busca su pulsera para entrar al estudio de TV (Foto Gustavo Gavotti)

Entre tanto coaching, el más espontáneo de todos fue Ricardo Caruso Lombardi, el ex técnico de fútbol que se presenta como candidato del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), quien aportó la visión de un ciudadano común y alusiones futbolísticas que despertaron las primeras risas entre las 80 personas (asesores políticos, invitados y periodistas) que había en el estudio, como cuando comparó la política con el fútbol porque mandan los resultados: “Gago, por un partido, se tuvo que ir”, sostuvo en alusión al ex técnico de Boca Juniors.

Para quienes apostaron a que los comicios del 18 de mayo iba a permitir centrarse en temas de la Ciudad de Buenos Aires, se comprobó en el debate que el escenario electoral porteño está absolutamente nacionalizado. Javier Milei estuvo presente casi todo el tiempo en boca de los candidatos. empezando por el postulante de La Libertad Avanza, Manuel Adorni, quien admitió que “es Milei”, como afirma la publicidad oficialista y critica la oposición.

Pero aun Adorni, un eficaz vocero presidencial, se concentró en asegurar que busca llevar el “modelo Milei” a la ciudad, sin dar detalles de los proyectos que llevaría a la Legislatura para efectivizarlo. Lo más concreto que planteó fue el cierre del Canal de la Ciudad, donde estaba en ese momento, porque “los porteños no tienen por qué pagar 4.500 millones al año para mantenerlo”.

Manuel Adorni llega acompañado por su esposa (Foto Gustavo Gavotti)

Lo seguía de cerca, mezclado en el auditorio, el asesor presidencial Santiago Caputo, que, sin dejar de mascar chicle en toda la noche, tuvo al llegar un encuentro afectuoso con Ramiro Marra, candidato de Libertad y Orden, y una actitud intimidatoria hacia un fotógrafo: molesto porque lo enfocaba, tomó su credencial para leer su nombre y le sacó una foto con su celular.

Silvia Lospennato, candidata del PRO, fue sólida al exponer sus propuestas y remarcar que representa al partido que más veces venció al kirchnerismo y que más conoce la ciudad. No se mostró agresiva, pero sí firme no sólo ante Adorni y Leandro Santoro, el candidato kirchnerista, sino también ante Horacio Rodríguez Larreta, postulante del nuevo espacio Volvamos Buenos Aires, al destacar que ella era la única candidata del partido de Mauricio Macri porque «“Horacio se fue del partido y ahora compite contra el PRO”.

A Lospennato la acompañó María Eugenia Vidal, su jefa de campaña, y buena parte del equipo macrista de la ciudad, algunos de los cuales se cruzaron fríos saludos en el hall con Larreta, quien estuvo junto con Emmanuel Ferrario, Jorge Telerman y Guadalupe Tagliaferri.

A su vez, Rodríguez Larreta, llamativamente más duro contra Jorge Macri que contra el kirchnerismo, fue enfático al destacar una y otra vez las obras y logros de su gestión en la ciudad y preparó un golpe de efecto muy comentado cuando, al finalizar su última intervención, confesó: “Quiero volver a ser jefe de Gobierno porque aprendí”. ¿Le alcanzará para esta elección en la que sólo competirá para una banca en la Legislatura? Es obvio: hay dirigentes que ya piensan en 2027.

Silvia Lospennato le apuntó tanto al kirchnerismo como a los libertarios

La radical Lula Levy, candidata de Evolución, una de las caras nuevas entre los 17 postulantes, arrancó el debate sin poder evitar que se le notaran los nervios, pero se fue afirmando con el correr de los minutos y descolocó a varios de sus competidores con comentarios filosos.

Los tres postulantes del espectro peronista intercambiaron críticas como si no fueran salidos del mismo riñón partidario. En rigor, Santoro es de origen radical aunque ahora encarna una versión deskirchnerizada del PJ porteño, mientras que sus “compañeros”-rivales, Juan Manuel Abal Medina (Justa, Libre y Soberana) y Alejandro Kim (Principios y Valores), se mostraron más apegados al viejo libreto peronista.

De los tres, Santoro fue el más punzante en criticar los contratos y tercerizaciones del gobierno porteño y llamó a votarlo a él para derrotar a Milei y a Jorge Macri a la vez, aunque quedó mal parado en más de una ocasión cuando sus rivales le recordaron su apoyo a Alberto Fernández (“tocabas la guitarrista con Alberto y nosotros estábamos encerrados por la cuarentena”, le dijo Adorni).

Leandro Santoro habla con los periodistas (Foto Gustavo Gavotti)

La ex libertaria Mila Zurbriggen (El Movimiento-Nueva Generación) buscó en todo momento poner de relieve su juventud y su falta de experiencia como valores a tener en cuenta para que la voten. Y María Eva Koutsovitis (Confluencia por la Unidad y la Soberanía) trató de acorralar a sus oponentes con argumentos, aunque le restó impacto que leía casi todo el tiempo lo que decía.

César Biondini (Frente Patriota Federal) se mostró como la expresión del nacionalismo, pero no pudo (o no quiso) responder de manera concreta una pregunta sin anestesia que le hizo Santoro: “¿Sos o no sos nazi?“.

Ramiro Marra (Libertad y Orden), pese a haber sido echado de La Libertad Avanza, defendió el plan economico de Milei, atacó a los kirchneristas y a los “zurdos” y trató de enfocarse en los proyectos que presentaría en la Legislatura para castigar a los trapitos y a los “fisura”.

Fue, junto con Adorni, el eje de los principales ataques de los candidatos de izquierda, Federico Winokur (La Izquierda en la Ciudad) y Luca Bonfante (Frente de Izquierda), quien reemplazó a Vanina Biasi, ausente por un cuadro de neumonía bilateral.

“Celebro que haya venido Adorni porque hoy es 29, el día del ñoqui”, señaló con sorna el postulante del FIT al comienzo del debate y originó las primeras risas de la noche, aunque no planteó ninguna iniciativa legislativa concreta y sólo hizo una insólita sugerencia: “Propongo más zurdos en la Legislatura”.

Winokur, como su par ideológico, se enredó en acusaciones contra el FMI y los ricos y se quejó de que nadie había hablado sobre los “sueldos bajos”. Y anticipó el primer proyecto que presentará si resulta elegido (aunque la Legislatura no tiene nada que ver con el tema): “Llevar el salario mínimo a 2 millones de pesos”.

Alejandro Kim, Mila Zurbriggen, Marcelo Peretta y Lula Levy

Paula Oliveto Lago (Coalición Cívica) fue contundente a la hora de recordar su experiencia legislativa en materia de lucha contra la corrupción y en favor de los jubilados. Marcelo Peretta (Remedios para CABA) fue una de las sorpresas de la noche, con intervenciones agudas y detalles de algunas de sus propuestas legislativas. Y Yamil Santoro (Unidad Porteña Libertaria), que llegó al lugar con su bulldog en homenaje al Día del Animal, se mostró sólido al recordar que era “el único” que ya había presentado 100 proyectos de ley en la Legislatura.

Al final, pese a los ataques y chicanas, todos se saludaron con todos (con la excepción de los candidatos de izquierda) y aparecieron las primeras sonrisas de alivio luego de tantas horas de tensión. Algunos se fueron rápidamente y otros se quedaron hablando con sus asesores. Pero unos y otros no pudieron salir del lugar: quedaron “atrapados” porque Santoro obstruía el paso mientras hablaba con los periodistas en la puerta. El “piquete” del radical-kirchnerista se extendió larguísimos minutos hasta que Telerman fue el primero que se animó a pasar. Afuera, en la calle Esparza, había más policías y bomberos que gente común.

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