El recuerdo de la insólita jornada en la que Racing y Vélez jugaron dos partidos el mismo día

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La organización de los torneos de fútbol siempre está en la mira de los hinchas. Porque en muchas ocasiones, se suelen hacer cambios de último momento, se alteran los calendarios o toman decisiones que no siempre tienen su correlato con la lógica. Esto no es algo nuevo y puede ubicarse en cualquier época de la historia. Sin embargo, lo que vivieron Racing y Vélez el domingo 2 de marzo de 1997, tiene muy pocos antecedentes. Si es que existe alguno: jugar dos partidos oficiales en el mismo día

Eran los representantes argentinos en la Copa Libertadores. El cuadro de Liniers lo había ganado de manera incuestionable, al ser el campeón de los dos torneos de la temporada 1995/96. Ante esa situación, la segunda plaza se debió dirimir entre los equipos que habían sido los respectivos subcampeones. En un partido de desempate en cancha de River, la Academia se impuso por 1-0 con un golazo del Chelo Delgado.

Fueron sorteados en el grupo 2, que compartieron con Emelec y El Nacional, los cuadros de Ecuador. Como era habitual desde los cambios introducidos en el reglamento en 1989, los tres primeros de cada zona avanzaban a los octavos de final.

El calendario, apretado por ser un año con muchas fechas de Eliminatorias, en la recta final rumbo a Francia ’98, más la Copa América, con sede en Bolivia entre junio y julio, hizo que la primera fase de la Copa Libertadores tuviese que comprimirse un poco más de lo habitual. Ello determinó que Racing y Vélez tuvieran que jugar aquel domingo sus partidos correspondientes al máximo certamen continental, en el mismo día que se enfrentaron por el torneo local, donde no se habló de una posible postergación. Un disparate

La historia, inhabitual como pocas, comenzó apenas pasado el mediodía. Con un calor impiadoso y que caía a pleno sobre el estadio Olímpico Atahualpa de Quito, Racing salió a la cancha para enfrentar a El Nacional. Alfio Basile viajó con el plantel, dejando a su ayudante, el Panadero Díaz, a cargo del equipo en Argentina, donde quedaron la mayoría de los titulares.

El festejo de los jugadores de Racing luego del gol de Claudio Marini a Vélez en Avellaneda

El Coco dispuso una alineación alternativa para el cruce copero: Walter Cáceres; Héctor González, Sebastián Brusco, José Tiburcio Serrizuela, Sergio Zanetti; Carlos Netto, Pablo Michelini, Cristian Centeno, Nicolás Diez, Néstor de Vicente; Roberto Saavedra. Poco pudieron hacer, entre las escasas prácticas que tenían entre ellos, y la superioridad rival, ayudada por las condiciones climáticas y los efectos de la altura. Los locales se impusieron 2-0 con goles de Simón Ruiz y Cléber Chalá.

En el momento que el partido concluía en Ecuador, los jugadores titulares de Racing salían del vestuario rumbo a la cancha en el Cilindro de Avellaneda, donde unos minutos más tarde, se enfrentarían nada menos que con Vélez, que también tenía partido de Libertadores ese día.

El Panadero Díaz, inefable compañero y amigo del Coco, salió a cargo del equipo, que formó con Albano Bizarri; Mauro Navas, Carlos Galván, Claudio Úbeda, Carlos Mac Allister; Claudio Marini, Fernando Quiroz, Gastón Córdoba; Rubén Capria; Marcelo Delgado, Esteban Fuertes.

Enfrente estaba un Vélez conformado en su totalidad por elementos de divisiones inferiores, en su mayoría, con poco rodaje en Primera División, salvo algunas excepciones: Pablo Cavallero; Cecilio Galeano, Diego Trotta, Héctor Benegas, Eduardo Domínguez; Mariano Pasini, Daniel Santa Cruz, Carlos Compagnucci, Ariel Ércoli; Fernando Pandolfi y Carlos Cordone. El entrenador fue Omar Jorge, que cumplía esa función en la reserva, ya que Osvaldo Pizza, técnico principal, estaba en Ecuador con los titulares a la espera del partido de la noche…

Roberto Saavedra, delantero de Racing, disputa la pelota contra un defensor de El Nacional en Ecuador

Racing fue muy superior desde el inicio, pero no lograba manifestar ese dominio en la red. Teté Quiroz manejaba los tiempos de la mitad de la cancha y la zurda del Mago Capria dibujaba destellos en los metros finales. Hasta que, a los 22 minutos, Gastón Córdoba llegó hasta el borde del área y allí la empaló de manera fantástica por sobre los defensores para dejar solo a Marini, que abrió el marcador con un remate bajo.

En el segundo tiempo, la Academia reguló las acciones, con el score a favor y por el calor, no tan intenso como el de Ecuador, pero que igual se hacía sentir fuerte. Faltando 15 minutos, llegó el segundo, que fue como una marca registrada del Racing que aquellos años: arranque veloz del Chelo Delgado por la derecha, llegada hasta el fondo y centro preciso hacia atrás, por donde apareció Capria, para meter un tremendo zurdazo que puso la chapa final de 2-0.

Ahora quienes se apuraban eran los de Vélez, en aquel domingo de locos. Tenían que acelerar el regreso desde Avellaneda a sus casas, para poder ver la presentación del equipo ante Emelec en Guayaquil. Osvaldo Piazza llevó lo mejor y alistó a José Luis Chilavert; Flavio Zandoná, Sebastián Méndez, Mauricio Pellegrino, Raúl Cardozo; Claudio Husaín, Marcelo Gómez, Guillermo Morigi, Christian Bassedas; Patricio Camps y Martín Posse.

En un partido lleno de alternativas cambiantes y polémicas, se iba a quedar con un triunfo muy importante por 3-2. Apenas comenzado, Patricio Camps abrió el marcador, pero enseguida igualó el argentino Ariel Graziani, convirtiendo un penal, cuya sanción fue muy discutible. A los 20, Bassedas remató desde cerca, el arquero Cavallos dio rebote y Martín Posse puso el 2-1. Sobre el cierre del primer tiempo, llegó el segundo empate, por intermedio de Carlos Juárez, tras superar en el mano a mano a Chilavert

Cuando se disputaban 15 minutos del segundo tiempo, Vélez se quedó con uno jugador menos por la expulsión de Flavio Zandoná. En esas condiciones, el empate era un buen negocio, pero ese equipo no sabía de especulaciones y siguió yendo al frente, hasta que Patricio Camps, con su conocida velocidad para definir en el área, puso el 3-2 definitivo, cerrando un domingo tan de locos como irrepetible.

Para ambos fue una maratón de partidos oficiales en pocos días. El inicio había sido en el enfrentamiento en cancha de Racing el miércoles 19 de febrero, que abrió el grupo, donde Vélez Sarsfield se impuso por 2-1 con goles de Patricio Camps, mientras que Fernando Quiroz descontó para los locales. A los pocos días, fue el turno del debut en el torneo Clausura. con actuaciones distintas ante los equipos rosarinos. En su estadio, el cuadro de Liniers igualó en uno con Newell´s, al tiempo que la Academia fue apabullada en su visita a Central, cayendo por 5-0, con una deslumbrante actuación de Rubén Polillita Da Silva, autor de dos goles.

Esa goleada alteró los planes originales de Basile, que pensaba viajar a Ecuador con el equipo alternativo para medirse con Emelec el jueves 27 y ante El Nacional, el citado domingo 2. Como una forma de respaldo a sus muchachos, decidió que fueran ellos quienes afrontaran la travesía. Fue 2-2 en el primero de los encuentros, pero allí se decidió que regresaran y quedasen los suplentes para el segundo. ¿Faltaba algo más en medio de ese disparate (des) organizativo? Claro que sí. El Coco fue afectado de una fuerte gripe y no pudo volver, quedándose a dirigir la segunda presentación en tierras ecuatorianas…

Vélez fue el claro ganador del grupo 2, con cuatro puntos de ventaja sobre El Nacional. Racing recién consiguió la clasificación a la segunda fase en la última fecha, venciendo por 2-0 a Emelec en Avellaneda. Sin embargo, el camino a partir de octavos fue inverso para ambos. El cuadro de Liniers fue sorpresivamente eliminado en esa instancia por Sporting Cristal, mientras que Racing dejó en el camino por penales a River, que era el campeón defensor, y luego hizo lo propio con Peñarol, para recién apagar sus ilusiones en semifinales ante el cuadro peruano.

Poco tiempo después, el domingo 24 de agosto, volvieron a verse las caras. Se enfrentaron por la primera fecha del torneo Apertura en Avellaneda, igualando en un tanto. Ese fue el primer partido oficial de Julio César Falcioni como entrenador en Primera División. Lo hizo en el banco de Vélez, de manera interina, ya que a partir de la fecha siguiente se hizo cargo Marcelo Bielsa. En el caso de Racing, marcó la anteúltima presentación de Basile como entrenador en ese ciclo. Se iba a despedir una semana más tarde, tras perder con San Lorenzo, y ese fue el principio de una gravísima crisis institucional y deportiva para la Academia.

El domingo 2 de marzo de 1997 se inscribió en el libro de los récords. Será muy difícil que dos equipos vuelvan a atravesar por la misma situación. Aunque nadie podría asegurar con certeza, que nunca más sucederá en la historia del fútbol.

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