Schiaretti se afianza en Córdoba como el principal opositor a Milei y apuesta a empujar a Provincias Unidas

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Juan Schiaretti junto a los principales gobernadores de Provincias Unidas

Javier Milei afrontará una elección nacional más complicada de lo que esperaba a principio de año, cuando el apoyo popular fidelizado en las encuestas parecía ser de amianto. La sucesión de derrotas en las elecciones provinciales desdobladas, los escándalos de los audios del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad y la elección perdida por paliza en la provincia de Buenos Aires cambiaron bruscamente el escenario electoral.

Unos meses atrás, el gobierno libertario tenía en sus cuentas la proyección de un triunfo contundente en Córdoba, donde Milei sacó el 74% de los votos en el balotaje del 2023. El electorado cordobés se ha mostrado afín al Presidente y su gestión, aunque, lentamente, parece haber empezado a tomar distancia. Tal vez por eso este viernes el Presidente decida lanzar la campaña nacional en la capital cordobesa. Como un gesto de cercanía. Un símbolo que denota la importancia que le da a ese electorado.

Esa idea triunfalista que había en la Casa Rosada en el inicio del 2025, se encontró con un candidato fuerte e impensado tiempo atrás. Un hueso duro de roer. El ex gobernador Juan Schiaretti decidió, finalmente y tras varios amagues, competir como candidato a diputado nacional por la provincia. Y lo hizo como parte de una mesa que integran varios gobernadores que lanzaron una fuerza nacional nueva: Provincias Unidas.

Con el “Gringo” en cancha, las posibilidades de un triunfo libertario se redujeron y la competencia electoral será, a priori, más pareja de lo que se pensaba. Schiaretti, que en el comienzo de la era Milei se mostró cercano al Gobierno, tiene ahora un discurso anti polarización. Ni los libertarios, ni el kirchnerismo. Quiere pasar por el medio, con las dificultades que eso implica.

Llaryora, Llaryora y Passerini, los principales exponentes de Hacemos por Córdoba

La fuerza donde conviven Cristina Kirchner y Axel Kicillof es cuestionada permanentemente por el ex gobernador. Su electorado es, mayoritariamente, anti K. Por eso muchos de sus votos se mimetizan con el del oficialismo local. “La presencia del kirchnerismo en estos 20 años degradó el Estado. Lo llenó de empleados militantes”, sostuvo esta semana en la 12° Jornada de Infraestructura de la Cámara de la Construcción.

Allí también aseguró que “el peronismo de Córdoba es el único que el kirchnerismo no pudo colonizar” y destacó que, a lo largo de las últimas dos décadas, esa fuerza política “solo puso plata en el conurbano porque es donde están los votos”.

Su posición anti K compite con la de Milei. Menos agresiva, pero igual de contundente. Ese posicionamiento los emparenta en un mismo electorado. Por eso, la diferencia sustancial que marca Schiaretti con Milei está basada en el modelo de gestión, la influencia de un Estado presente pero ordenado y la moderación de un discurso de centro.

“Va a ser una elección muy pareja. No parece que ninguno de saque demasiada ventaja. No más de cuatro puntos de distancia”, aceptaron en el peronismo cordobés respecto al duelo principal que protagonizarán Gonzalo Roca, primer candidato a diputado libertario y hombre muy cercano a Gabriel Bornoroni, principal referente de La Libertad Avanza en la provincia; y Juan Schiaretti, que tiene el apoyo del actual gobernador Martín Llaryora.

Schiaretti es el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Córdoba

Más abajo en el camino de la disputa está la diputada nacional Natalia De la Sota, que no llegó a un acuerdo con el gobierno provincial y presentó una lista aparte. Así como Schiaretti busca caminar por el medio de los libertarios y el kirchnerismo, la legisladora intentará hacer lo mismo, pero marcando distancia entre el gobierno nacional y la gestión local de Llaryora. Ambos quieren romper la polarización, pero lo hacen desde distintos lugares y roles.

En el espacio de Schiaretti creen que, del 100% de los votos que De la Sota saque, aproximadamente un 30% se los va a quitar al espacio de ellos. Pueden llegar a ser votos que le impidan un triunfo. Creen que la legisladora le robará votos a la expresión de Fuerza Patria que lidera Pablo Carro y que no tiene expectativas de competición. Si así lo hiciera, dejaría al kirchnerismo relegado a una pequeña minoría.

Marcando los polos, pero sin un discurso extremista y agresivo, Schiaretti apuesta a cuidar el voto de Hacemos por Córdoba que, electoralmente, ahora pasará a llamarse Provincias Unidas. Ese fue el movimiento político fuerte que hizo el tándem Llaryora-Schiaretti en las puertas de esta elección legislativa. Quiere cuidar ese voto que acompañó a Milei en la elección nacional, pero que respaldó a su fuerza en las elecciones desdobladas para gobernador. Para lograrlo tendrá que llevar adelante un fino equilibrio discursivo.

En las encuestas que consumen en el peronismo provincial, Schiaretti le gana por 10 puntos a Roca, el candidato violeta, pero reduce ese caudal cuando la medición deja a un costado el apellido del candidato y pone como protagonista, en una pregunta cerrada, a la lista de La Libertad Avanza. Por eso en el oficialismo provincial divisan una disputa muy pareja. Palo a palo.

Schiaretti y Milei durante el debate presidencial del 2023 (REUTERS/Agustin Marcarian/Pool)

Para el peronismo cordobés las elecciones de medio término siempre fueron complicadas. Porque han quedado atrapados en la disputa nacional con un discurso provincial. Para los comicios ejecutivos ponían en valor el modelo de gestión que construyeron José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, y que hace un año y medio tiene en la cabeza de Martín Llaryora su continuidad.

Pero para las elecciones legislativas siempre se toparon con las complicaciones de hablar de Córdoba en medio de una disputa con temas nacionales. Esa lógica se rompió ahora con la construcción de Provincias Unidas. “El 26 de octubre vamos a discutir un proyecto de país, no solo lo que pasa en Córdoba. Esta es una discusión nacional y nosotros vamos a intentar armar un bloque grande en el Congreso”, expresó un dirigente importante del peronismo cordobés.

Los mandatarios que integran el nuevo esquema esperan constituir, entre diputados elegidos y algunos aliados que se están negociando, un bloque de unos treinta legisladores en la Cámara baja. De esa forma aspiran a convertirse en un árbitro de la polarización entre el peronismo y los libertarios, y así aumentar su poder de fuego en el Congreso, lo que les brindará mayor capacidad de negociación con la Casa Rosada.

Córdoba es el segundo distrito electoral más importante del país. Tiene poco más 3 millones de electores y es la provincia clave del centro argentino en lo que respecta a la situación electoral. Para Milei es determinante tener un buen desempeño. Y si no gana, que la derrota sea por poco margen. Porque, en el resultado a nivel país, le puede servir para mostrar un eventual triunfo. Por eso lo que suceda en esa provincia tiene trascendencia en la discusión nacional.

Por fuera de esa mirada macro, en el peronismo, a nivel nacional, olfatean que la ola violeta que pensaban que los iba a tapar, comenzó a desinflarse y que el mapa de la Argentina tendrá colores diversos cuando se muestren los resultados electorales. Para Provincias Unidas, un triunfo sería un empujón importante, tal vez determinante, para que el proyecto explote a nivel nacional y la marca se instale en el escenario político y en el camino hacia las elecciones presidenciales del 2027.

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