El argentino Fernando Puma Martínez no tuvo una buena noche en Arabia Saudita y perdió por nocaut en el décimo round ante Jesse Bam Rodríguez por el título mundial supermosca unificado. La derrota, que además significó ceder un invicto de 18 peleas, dejó una imagen preocupante que mostró al púgil de 34 años con una máscara de oxígeno sentado en su rincón tras el combate.
Al momento de la coronación del norteamericano Bam Rodríguez llamó la atención la ausencia del Puma Martínez. Sin embargo, minutos después se publicó un video en el que se observa al argentino yendo rumbo al vestuario caminando por sus propios medios, lo que llevó tranquilidad a sus seguidores.
Según pudo saber Infobae, el boxeador argentino se encuentra en buenas condiciones. Después del combate, permaneció bajo observación médica por los intensos golpes recibidos, pero rápidamente fue dado de alta sin lesiones graves. El Puma y su equipo regresaron al hotel alrededor de las 4:30 de la madrugada saudí y dos horas después compartieron el desayuno todos juntos. Al oriundo de La Boca se lo pudo ver de buen semblante, con los dolores lógicos por la exigencia del combate, pero con la tranquilidad de haberlo dado todo. Pese al susto que generó la imagen junto al oxígeno, una práctica habitual en el boxeo tras los combates, el púgil argentino estuvo consciente en todo momento y pudo descansar con normalidad.
El denominador común que quedó en su esquina fue que enfrente estuvo un rival de primerísimo nivel, nueve años más joven y dotado de cualidades físicas y boxísticas notables. Bam Rodríguez repitió el dominio abrumador que venía demostrando sobre los rivales más laureados de la categoría supermosca. “Se dio cuenta que peleó contra una bestia total, un monstruo, no es que perdió con cualquiera”, señalaron allegados al Puma Martínez tras conocerse el resultado.
La realidad es que Bam Rodríguez demostró por qué es considerado por los especialistas como uno de los cinco mejores libra por libra, a la altura de Oleksandr Usyk, Terence Crawford, Naoya Inoue y Dmitry Bivol, entre otros. Sacando el primer round, donde Puma Martínez salió decidido a ir a buscarlo e incluso conectó un golpe que casi lo manda a la lona, el norteamericano mostró un nivel superlativo y de elite. Su técnica, potencia y capacidad de adaptación a la estrategia que le planteó el argentino, le permitió a Jesse administrar su energía y terminar siendo muy superior a su oponente.
Pese a ello, el estado físico del Puma Martínez es estable y si bien persistió una duda médica sobre una posible lesión nasal causada por uno de los impactos más fuertes de la noche, tras ser revisado por los profesionales, no se advirtió una fractura y se trataría más bien un traumatismo leve, indicó a este medio el entorno del argentino. “Si vas a perder, que sea así, con el corazón”, coincidieron quienes asistieron a la histórica velada desarrollada en Arabia Saudita.
Fernando Martínez y su equipo tienen previsto retornar al país este lunes a las 20. Pese a la derrota, el Puma manifestó su intención de reponerse y analizar en conjunto las posibilidades de seguir en la competencia internacional. La atención, de momento, se centra en la recuperación física del púgil y en la evaluación del alcance de los daños sufridos durante la pelea.
Así fue el combate
La pelea comenzó con ambos boxeadores mostrando sus estilos característicos en el centro del cuadrilátero. Martínez, fiel a su propuesta ofensiva, buscó imponer presión desde el primer minuto, mientras que Rodríguez apostó por la precisión y la defensa, esquivando ataques y contraatacando con eficacia. El público acompañó al argentino con cánticos, y en los primeros compases, el Puma logró conectar un golpe que hizo tambalear a su rival, aunque sin derribarlo. Un resbalón del argentino provocó una caída sin conteo, dejando claro que la tensión sería constante durante el enfrentamiento.
A partir del segundo asalto, la dinámica del combate se definió: el argentino insistía en mantener el centro del ring y la distancia corta, pero la estrategia no surtía efecto ante un contrincante que se mostraba tan certero en las fintas como en los golpes. La ventaja de Rodríguez en las tarjetas se fue ampliando, y la posibilidad de un nocaut se convirtió en la única esperanza para el Puma. El estadounidense, cada vez más cómodo, encontraba espacios para golpear sin recibir castigo significativo.
A pesar de la presión, Martínez no evidenciaba dolor ni signos de conmoción, avanzando con determinación tras cada ataque. Sin embargo, el desgaste físico comenzó a notarse: el argentino no lograba lastimar a su oponente ni aplicar su habitual táctica de desgaste progresivo. Antes del séptimo asalto, Martínez confesó a su rincón: “Me duele la nariz”, mientras Rodríguez se mantenía fresco y efectivo, incluso en los momentos más exigentes del combate.
En la novena vuelta, el Puma recurrió por primera vez al clinch, señal de que los embates de Bam comenzaban a hacer mella. Terminó ese asalto contra las cuerdas, tras quedar mal parado por un golpe certero de su rival. Ambos llegaron a sus esquinas sin mayores daños, pero la pelea ya parecía definida si se llegaba a la decisión de los jueces. En ese momento, Martínez admitió a su entrenador Rodrigo Calabrese: “No doy más”, a lo que su preparador respondió con la indicación de buscar un golpe cruzado que pudiera cambiar el destino del combate.
Durante el décimo asalto, el argentino intentó ese golpe salvador y logró conectar con precisión, aunque sin el efecto deseado. A falta de un minuto, Rodríguez aprovechó un fallo de Martínez, quien quedó en posición vulnerable tras errar un ataque, y lo impactó en la sien. El Puma cayó a la lona y no pudo reincorporarse, sellando así la derrota.
Con este resultado, el boxeo argentino perdió el cinturón más relevante que ostentaba en la actualidad. Martínez había alcanzado notoriedad internacional en 2022, cuando venció por decisión unánime al filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas, arrebatándole el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) tras una década de dominio del asiático. Posteriormente, revalidó su supremacía ante el mismo rival en Carson, Estados Unidos, y en 2023 protagonizó una victoria memorable frente a Jade Bornea en Minneapolis, antes de encarar una gesta histórica en Japón.
En Tokio, Martínez llevó su corona FIB para enfrentar al local Kazuto Ioka, campeón de la AMB, y logró unificar ambos títulos tras imponerse por decisión unánime. Lejos de evitar los desafíos, renunció a las obligaciones de la FIB para concederle la revancha a Ioka, a quien volvió a derrotar en la capital japonesa.
La velada en Arabia Saudita incluyó otros combates destacados: David Benavidez se impuso a Anthony Yarde por los títulos mundiales CMB y AMB del peso semipesado; Brian Norman Jr. cayó ante Devin Haney por el título mundial OMB del peso welter; Abdullah Mason venció por decisión unánime a Sam Noakes por el título mundial OMB del peso ligero; Vito Mielnicki Jr. derrotó por nocaut a Samuel Nmomah en peso medio; Mohammed Alakel superó por decisión unánime a Jiaming Li en superpluma; Juan Pérez ganó por decisión unánime a Barker Ssewanyana en supermosca; Julio Porras y Pius Penda empataron en supermedio; y Sultan Almohammed venció por nocaut a Umesh Chavan en peso ligero.
En cuanto a los protagonistas de la pelea estelar, Jesse Bam Rodríguez llegó al combate con veintidós victorias (quince por nocaut), sin derrotas, un peso de 51,9 kilogramos (114,6 libras), una estatura de 1,63 metros y el antecedente de haber noqueado al sudafricano Phumelela Cafu en Texas el 19 de julio de 2025. El estadounidense ostenta los títulos mundiales supermosca del CMB, OMB y The Ring.
Por su parte, Fernando Puma Martínez se presentó con dieciocho triunfos (nueve por nocaut), sin derrotas, un peso de 51,3 kilogramos (113,12 libras), una estatura de 1,57 metros y su última victoria por decisión unánime ante Kazuto Ioka en Tokio el 11 de mayo de 2025, defendiendo el título mundial supermosca de la AMB para Argentina.



