Patricia Bullrich: “Es histórico aprobar un Presupuesto sin déficit, pese al kirchnerismo, que manejaba el Senado como el patio de su casa”

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Patricia Bullrich logró un triunfo para el Gobierno en la primera sesión del Senado (Jaime Olivos)

La jefa del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, explicó cómo el Gobierno logró la aprobación del Presupuesto y de la Ley de Inocencia Fiscal sin modificaciones, mediante una mayoría transversal que superó al kirchnerismo. Defendió la estrategia de no responder a las provocaciones y señaló un quiebre en el control político del Senado.

La sesión del viernes en el Senado representó algo más que la aprobación del Presupuesto y de la Ley de Inocencia Fiscal. Para Patricia Bullrich, marcó el final de una etapa. “Es histórico aprobar un Presupuesto sin déficit, pese al kirchnerismo que manejaba el Senado como el patio de su casa”, sintetizó en diálogo con Infobae la presidenta del bloque de La Libertad Avanza, quien debutó en ese cargo con una victoria política clave para el Gobierno de Javier Milei.

Bullrich destacó el rol de Manuel Adorni y de Santilli para la primera victoria del Gobierno en el Congreso (foto Maximiliano Luna)

El oficialismo obtuvo 46 votos en general y 42 en particular, cifras muy superiores a los 37 necesarios, un logro relevante para una fuerza con apenas 21 senadores propios. “Llegamos con una construcción de todos aquellos que consideramos una oposición reformista, con miradas distintas pero con un objetivo común: cambiar el país”, explicó Bullrich, y destacó los acuerdos alcanzados con la UCR, el PRO, bloques provinciales y senadores alineados con gobernadores peronistas.

Ese entramado político, señaló, se basó en una consigna clara del Presidente: resultados concretos. “Teníamos un mandato muy concreto: el Presupuesto y la Ley de Inocencia Fiscal debían aprobarse sin cambios. Eso no significó no escuchar. Escuchamos mucho, corregimos lo que hacía falta, pero sin alterar una coma de lo central”, afirmó.

La tensión con el kirchnerismo atravesó toda la sesión, marcada por insultos y acusaciones en un clima por momentos áspero. Bullrich optó por una estrategia diferente. “Decidimos no responder. Nos dijeron de todo, especialmente a mí, pero lo importante era que el país tuviera Presupuesto. Lo demás fue pirotecnia”, señaló. Y agregó en diálogo con este medio: “No están acostumbrados a perder, no están habituados a que ya no manejan el Senado como antes, y eso los puso más nerviosos”.

Para la ex ministra, ese nerviosismo es reflejo de un cambio de poder. “Antes todo se decidía desde San José 1111. Eso ya no ocurre. Nosotros debemos construir confianza todos los días, ya que no contamos con mayoría propia, pero esa construcción hoy existe”, afirmó.

Senadores de La Libertad Avanza tras la aprobación del Presupuesto 2026

Uno de los puntos más conflictivos fue el artículo 30, cuestionado por la oposición bajo el argumento de desfinanciar la educación. Bullrich rechazó esa interpretación y apuntó contra lo que definió como una lógica de simulación. “Desde 2005 existe una ley que habla de destinar 6 puntos del PBI para educación y se cumplió un solo año. Nosotros decidimos dejar de vivir de la mentira. El Presupuesto educativo creció en términos reales. Un Presupuesto tiene que decir lo que vas a gastar, no lo que te gustaría gastar”, aseguró.

En ese tramo, volvió a aparecer el contrapunto con el kirchnerismo. “Vas contra la educación cuando te mentís a vos mismo como Gobierno. Acá estamos diciendo la verdad”, insistió, subrayando que incluso senadores peronistas terminaron acompañando el artículo.

Bullrich también remarcó la forma en que se organizó la negociación política. Habló de una mesa ordenada, con un único mensaje, integrada por Karina Milei, Manuel Adorni, Santiago Caputo, Martín Menem, Diego Santilli y los senadores del bloque. “No hubo múltiples interlocutores ni desorden. Todo se discutía ahí y eso dio confianza”, explicó.

Además del Presupuesto, la jefa del bloque resaltó la aprobación de la Ley de Inocencia Fiscal. “Es una ley histórica. Cuando la gente la comprenda, no lo va a poder creer. Permite que los argentinos usen sus ahorros sin miedo”, afirmó, y anticipó que el Gobierno avanzará en su explicación pública.

De cara a las próximas semanas, Bullrich adelantó que entre el 16 y el 26 de enero se revisarán los dictámenes de modernización laboral y glaciares. “No será a libro cerrado. Ya hubo cambios y habrá más, pero siempre con el objetivo de sostener una mayoría amplia”, aclaró.

Sobre su nuevo rol, luego de años en funciones ejecutivas, se mostró conforme. “Pensé que iba a extrañar lo ejecutivo, pero logramos lo que nos pidió el Presidente. El viernes caminé más de ocho mil pasos dentro del Senado. No fue rosca, fue conversación. A mí me gusta la conversación de ideas”, consignó.

La entrevista completa

Patricia Bullrich, Martín Menem, Diego Santilli e Ignacio Devitt tras la sanción del Presupuesto 2026

¿Cómo llegaron a este resultado tan importante y habiendo tenido una mayoría que para algunos, o por lo menos para mí, era impensada, no?

– Llegamos con una construcción de todos aquellos que consideramos que son una oposición reformista, que pueden tener miradas distintas, pero que buscan cambios, miradas que van hacia un país capitalista, con condiciones favorables a la producción, al trabajo, por supuesto, siempre ayudar a los más necesitados. Sobre esa base y sobre la base republicana, construimos un equipo que ayer se mostró. Se sumaron algunos más que también comenzaron a ver la necesidad de tener Presupuesto y esperemos que nos acompañen también en otras reformas, y se fue generando una base de confianza.

Teníamos un mandato del presidente que era: “Queremos resultados”. Ese mandato fue lo que nos llevó, en el caso del Presupuesto a no tocarlo, y en el caso de Inocencia fiscal tampoco, que es una ley muy importante, pero sí a escuchar lo que nos dijeron. Por ejemplo, el tema de las multas, que tenía algunos problemas y lo arreglamos con ARCA.

Hubo mucha escucha sobre los temas que iban planteando. Eso también permitió que ellos ayudaran mucho. Sacamos dos dictámenes; las dos leyes que se van a discutir en febrero tienen dictamen. Con lo cual, si bien todavía ese dictamen va a tener algunas modificaciones, por eso había que poder dar una marcha atrás para coordinar una ley que sea aceptada por una mayoría importante. Logramos arrancar con un Senado a favor del cambio y a favor del reformismo.

Los primeros pasos fueron la conformación de una mayoría de 44 senadores para la conformación de las comisiones. Fue el primer indicio de que podían tener acuerdos, pero después la situación vino más complicada porque en Diputados tuvieron una sanción que no era la que querían, con la eliminación del Título XI.

– Sí, pero haber conformado esos 44 y tenido una posición en relación a las comisiones nos ayudó mucho. ¿Por qué nos ayudó? Nos ayudó porque los bloques que quizás en Diputados votaron distinto, acá siguieron en este acuerdo. Y eso fue importante porque tanto el radicalismo como el PRO nos acompañaron, también los bloques de las provincias. Acá se mantuvo ese espíritu de unidad, pero una unidad con diversidad y con discusión. Eso también nos ayudó.

En la sesión se vivieron momentos de mucha tensión con el kirchnerismo. Fue una sesión caliente, donde se dijeron de todo desde el inicio.

– No, ellos nos dijeron de todo a nosotros. Pero nosotros decidimos una estrategia distinta: lo importante no era responder las barbaridades y las mentiras que dijeron. Sobre todo, se centraron en mí. Pero lo importante no era responder las mentiras y las barbaridades, sino que lo importante era que el país tuviera Presupuesto, para la previsibilidad del país, de las familias, de las empresas. Nos entró por un oído y nos salió por el otro.

Todo el mundo sabe quién soy, cómo actúo, cómo trabajo. Así que creo que esas palabras no le borran a la gente nada, son pura pirotecnia. Y así fue, fue pirotecnia de ellos. Nosotros no contestamos, seguimos con nuestro objetivo y lo logramos. Lo que pasa es no están acostumbrados a perder.

A ver…

– No están acostumbrados a perder, no están acostumbrados a que ya no manejan el Senado como si fuera el patio de su casa. No están acostumbrados y entonces eso los puso más nerviosos, todavía.

Antes era Cristina Kirchner la que manejaba lo que pasaba en el Senado desde San José 1111, y antes, cuando no estaba detenida. ¿Eso cambió?

– Nosotros siempre tenemos que tener la confianza de los otros, porque nosotros somos veinte senadores, veintiuno con Luis Juez. El PRO que siempre está cerca, el radicalismo está cerca, pero tenemos que ir construyendo confianza con todos los demás. Nosotros vamos a cuidar mucho esta mayoría, pero siempre es importante que entendamos que nuestro objetivo es hablarle a la sociedad, no hablarle a los kirchneristas que tenemos en frente. Y cuidar que todos los que conformamos este bloque reformista estemos bien con lo que estamos votando.

El ultracristinista José Mayans sufrió una fuerte derrota en la sesión del viernes (Jaime Olivos)

Hubo mucho apoyo también de los gobernadores. Incluso hubo senadores que responden a gobernadores peronistas que también apoyaron. ¿Cómo fue la gestión para establecer esos acuerdos?

– Trabajamos todos. Trabajó Diego Santilli, trabajé yo, Martín Martín. Trabajó la Jefatura de Gabinete, Manuel Adorni, Ignacio Devitt. Entre todos fuimos trabajando. Santilli hablando con los gobernadores, yo con los senadores, todos ayudando. La base ya la teníamos y se agrandó. Trabajamos como un equipo, eso es muy importante.

Quizás en otro momento nos decían: “Tengo demasiados interlocutores, no sé a quién escuchar”. Ahora nos reunimos todos, estuvimos en mi despacho, estaba el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, viendo que no se toque una coma. Su papel ya estaba hecho, pero estuvo por si alguien necesitaba un apoyo técnico. Estuvimos todos y lo que decíamos o charlábamos estaba consensuado y dimos un paso importante, en no tener múltiples entradas, donde terminás desordenado, sino que todo estuvo discutido en esa mesa.

Esa mesa política…

– Sí, es una mesa que se reunió toda la semana y el viernes, que tiene otros integrantes. Está Karina Milei, Manuel Adorni, está Santiago Caputo, también estuvo Menem y Santilli. Estábamos, además, con todos los senadores, que también aportan y ayudan, porque conocen a algunos senadores y se establece el diálogo. Siempre todos con un mismo mensaje. Y eso me parece que permtió que ordenáramos todo y nos ayudó mucho a dar confianza y un solo mensaje al que tuviera que recibirlo.

Hubo críticas sobre el tema del artículo 30, que generó más tensiones y fue el que tuvo menos votos. El kirchnerismo planteó que era un artículo que iba en contra de la educación, que desfinanciaba a las escuelas técnicas…

– Nunca un Presupuesto puede tener supuestos mínimos, porque eso no es la base de un Presupuesto. Estas son leyes donde se planteaba: «Pongámosle 6 puntos de Producto a la Educación». Desde 2005 que está esa ley, se cumplió un solo año. Nosotros decidimos dejar de vivir de la mentira y vivir en la verdad y tener un Presupuesto que sea lo que realmente se va a usar. Y no decir “votémoslo, porque es políticamente correcto”.

Nadie está desfinanciando la educación. No había una partida presupuestaria. Lo que había es una expresión de deseo que no se cumple desde el año 2005… ¡estamos hablando de veinte años! Hoy, el Presupuesto para Educación subió 11,1% real, por sobre la inflación. Se hizo mucho esfuerzo en educación, en educación técnica y el CONICET que también subió su partida. Esto vale para la educación primaria y secundaria, y la universitaria ni hablar. Repito: estamos hablando del Presupuesto, no de supuestos mínimos, que nunca se cumplieron. Un Presupuesto tiene que decir en lo que vas a gastar y no lo que te gustaría gastar, que por otra parte nunca se cumplió.

Plantearon que íbamos en contra la educación. ¿Cómo que vas contra la educación si no esa ley no se estaba cumpliendo? Vas contra la educación cuando ponés una cifra que está mintiendo y lo hacés vos como Gobierno. Nosotros ahora estamos diciendo la verdad: el Presupuesto educativo creció y creció mucho. En la Argentina todos sabemos muy bien que el problema no es necesariamente presupuestario, es más de ordenamiento, de capacitación docente, de la calidad de los docentes, es del tiempo en las aulas de los chicos, que todavía hay muchas provincias y muchos lugares del país que tienen medio turno, que no tienen la jornada completa como la tienen que tener. Hay muchos temas en la educación que no tienen que ver con el financiamiento, si no que tienen que ver con la estructura general del sistema educativo. Y es ahí donde hay que meterse. Así que todo lo que se decía, que nosotros vamos contra la educación pública, no es cierto y el viernes todos entraron en razón, por eso sacamos 42 votos en ese artículo.

Incluso con votos peronistas…

– Es que se entendió. El mensaje fue: “basta, dejémonos de mentir, de decir que vamos a invertir dinero que no se invierte”. Ojalá que cuando tengamos 6 puntos del PBI sea acompañado de una educación de calidad y en eso tenemos que poner todo el esfuerzo.

¿Pudo hablar con el presidente Javier Milei? ¿De qué hablaron? ¿Qué se dijeron?

– Sí, chateamos. Estaban todos muy contentos. Y, por otro lado, también él felicitó a todo el bloque de senadores. El presidente felicitó a nuestro bloque y a todos los sectores que apoyaron. Estamos realmente contentos con la actitud que han tenido tanto la UCR, como el PRO y los bloques provinciales que nos acompañaron y que le dieron al Gobierno la posibilidad de tener el primer presupuesto con déficit cero, el primero de la historia moderna argentina.

Pero es importante también destacar que, además del Presupuesto, se votó la ley de Inocencia Fiscal, que cuando la gente la empiece a descubrir, no va a poder creer, porque es una ley que permite realmente que la gente use sus ahorros sin miedo. Que terminemos con argentinos que ahorran en sus casas por miedo a que el sistema los considere delincuentes. Es una ley histórica, importantísima, que hay que explicarla para que la gente sepa de qué se trata. Hay que trabajar mucho la explicación, pero es una ley enormemente importante.

Se viene ahora un poco de descanso y posteriormente la discusión sobre la modernización laboral. ¿Cómo lo van a trabajar? ¿Creen que van a tener el mismo apoyo?

– Quedamos que desde el 16 al 26 de enero va a haber un equipo que tengo, con especialistas y expertos, que va a ir atendiendo los distintos temas del dictamen. Y el 26 de enero, ya este bloque de los 44 -si se quieren sumar algunos más, por supuesto, los aceptaremos- nos juntaremos para discutir con todos el contenido. No es una decisión solo mía, sino que la vamos a ir acordando, para empezar a revisar el dictamen que ya fue firmado.

Vamos a tener reuniones, no sé si por Zoom o presenciales, pero la idea es que sean presenciales. Del 16 al 26 de enero, van a ser 10 días para llegar con ambos dictámenes pulidos, tanto la ley laboral como la determinación de glaciares. Los dictámenes pueden tener cambios, que se van a acordar para llevarlos al recinto.

¿Entonces no va a ser un debate a libro cerrado, se va a discutir?

– Por supuesto. Ya no fue a libro cerrado, tuvo un montón de cambios, pero ni siquiera tuvimos tiempo de terminar de ver en profundidad el contenido del dictamen. Todos firmaron con confianza, pero con la confianza de que ahora vamos a terminar de analizar el texto con dedicación. Del 16 al 26 va a haber un grupo de asesores que van a estar viendo todos los temas, y del 26 de enero al 10 de febrero ya los senadores vamos a trabajar directamente con los dos proyectos.

¿Glaciares y modernización laboral?

– Así es.

La del final. ¿Cómo fue empezar ya a jugar por los puntos como presidenta del bloque, después de tantos años de estar en tareas ejecutivas, como ministra?

– La verdad que estoy contenta con esta nueva tarea. Pensé que iba a extrañar lo ejecutivo, pero la verdad que conseguimos los resultados que nos había pedido el presidente Milei. Como anécdota: tengo un podómetro que cuenta los pasos en mi teléfono. El viernes hice 8.034 pasos, que los caminé todos dentro del Senado. Equivalen a 5,6 kilómetros de ir y venir a los despachos.

Mucha rosca…

– No diría rosca, mejor conversación. La palabra rosca no va conmigo, a mí me gusta la conversación de ideas. Y esas ideas triunfaron.

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