El histórico triunfo de Tony Succar y Mimy Succar tras ser galardonados en la ceremonia de los Grammy 2025 el pasado domingo marcó un hito para la música peruana. Tras su multitudinario recibimiento en su llegada a Perú, madre e hijo se presentaron este jueves 6 de febrero en el Ministerio de Cultura junto al productor musical Kenyi Succar, hijo menor de la familia.
Celebrando el logro de convertirse en los primeros peruanos en ganar un Grammy americano en la categoría a Mejor Álbum Tropical Latino por su disco ‘Alma, Corazón y Salsa (Live at Gran Teatro Nacional)’, el trío fue recibido esta tarde en el Salón Nazca, donde los artistas también se sinceraron, con su carismático estilo, sobre los desafíos al trabajar juntos.
Es así como Tony, fiel a su estilo frontal y sin tapujos, no dudó en destapar a nivel nacional la personalidad compleja de su madre Mimy Succar, quien actualmente se ha convertido en una estrella internacional gracias a su derroche de talento y carisma. Pero, según su hijo mayor, no todo es color de rosa.
“Es obsesivo compulsiva”: Tony Succar sobre trabajar con su madre
La conversación se tornó divertida cuando hablaron sobre los pros y contras de trabajar juntos. Si bien la cantante de 65 años negó ver algo negativo en trabajar juntos, Tony no dudó en bromear sobre esta postura optimista: “Creo que ese es el contra”, dijo, desatando las carcajadas de Mimy y el público.
”Trabajar en familia nunca va a ser fácil, porque hay mucha confianza y las madres peruanas son bien fuertes de carácter”, dijo entre risas. El productor discográfico profundizó sobre las diferencias que surgieron en el estudio, mencionando la difícil forma de ser de su madre: “Yo como hijo, a veces me frustro, porque ella tiene un carácter fuerte“.
Luego, en tono jocoso, Succar lanzó una inesperada confesión: “Por ejemplo, ella tiene ‘OCD’ (TOC) fuerte. Es obsesivo compulsiva. Entonces, cualquier cosa, si yo entro a su cuarto y quiero lavarme las manos, dice: ‘Tony, ¿te has lavado las manos bien, no?’. Y yo: ‘ahhh’ (haciendo gestos de sorpresa)”.
Pese a estos roces poco conocidos, el percusionista de 38 años resaltó el impacto de su madre en la música y cómo su autenticidad la ha convertido en una estrella: “Se volvió viral antes del Grammy con lo de ‘Bemba Colorá’. Tiene fans por todo el mundo porque es como es. Como la ves en redes, es en la vida real”, sentenció, generando una ovación en los periodistas asistentes.
Mimy asegura sentirse privilegiada al trabajar con sus hijos
La galardonada artista peruana, quien también ganó un segundo Grammy americano la noche del domingo 2 de febrero por su colaboración con Sheila E. y Gloria Estefan, reveló con ternura que no ve nada negativo en colaborar con Tony y Kenyi en el estudio.
“Para mí, ha sido todo muy positivo, nos ha unido más como familia. Como yo soy nueva en el mundo de la discografía, me he dejado llevar por ellos, que han estudiado producción en la universidad”, confesó la cantante de ascendencia japonesa con una cálida sonrisa.
Mimy también destacó lo especial de la experiencia: ”Es una bendición poder trabajar con mis hijos. Creo que somos pocas las madres que podemos tener ese privilegio. Lograr con ellos este reconocimiento tan grande, ha sido una satisfacción para mí”.
La pelea que separó a Mimy y Tony Succar
Aunque hoy lucen unidos, madre e hijo vivieron una dura etapa de distanciamiento que duró años. Mimy Succar contó en una entrevista con Milagros Leiva que hubo un tiempo en el que no se hablaron debido a un malentendido en el trabajo.
“Él me sacó de la banda. Yo ya estaba lista, maquillada para salir a tocar, y él mandó un mensaje diciendo: ‘Tú no vienes’. Me puse a llorar, mi esposo me dijo que fuera, pero le dije que no porque me había botado”, relató la cantante. Ese incidente los alejó durante dos años. “Me arrepiento porque nos perdimos muchas Navidades, Días de la Madre, del Padre… Preguntaba si yo iba a estar y decía ‘yo no voy’”, recordó.
La reconciliación en televisión
El reencuentro entre madre e hijo se dio en 2021, cuando Tony era jurado de ‘La Voz Perú’. Su padre y el conductor Cristian Rivero convencieron a Mimy de sorprender a su hijo con una presentación. “Me decían que tenía que ser yo, que era una oportunidad. Yo no quería, pero acepté con la condición de cantar ‘Quimbara’ para que él me acompañara en los timbales”, relató.
Cuando subió al escenario, la emoción fue inevitable. “Nos hemos mirado y ahí sentí que tantos años nos dejamos de hablar por una tontería. Ese llanto en la TV fue de verdad. Nadie sabía que nos íbamos a reencontrar”, confesó la artista nacional.
