El Vaticano anunció que el Papa padece una neumonía bilateral y que su cuadro clínico sigue siendo “complejo”

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ROMA.- Las condiciones del papa Francisco, de 88 años, no mejoran sino que se complican. Un nuevo parte médico, difundido por el Vaticano pasadas las 19.30 locales de este martes, en efecto, volvió a insistir en que el cuadro clínico “es complejo” y reveló que las condiciones del Pontífice se agravaron porque, después de una tomografía axial computada, pudo verse que su condición degeneró en una neumonía bilateral.

“Los exámenes de laboratorio, la radiografía de tórax y las condiciones clínicas del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo”, indicó el parte médico.

“La infección polimicrobiana, que surgió en el contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, y que requirió el uso de terapia antibiótica con cortisona, complica el tratamiento terapéutico”, reveló también.

“La tomografía axial computada de tórax al que se sometió el Santo Padre esta tarde, prescrito por el equipo sanitario del Vaticano y el equipo médico del hospital Gemelli, demostró la aparición de una neumonía bilateral que requirió tratamiento farmacológico adicional”, añadió. “Sin embargo, el papa Francisco está de buen humor”, agregó, un dato que, más allá de la situación muy seria, sirvió para tranquilizar.

“Esta mañana ha recibido la eucaristía y, en el curso de la jornada, ha alternado el reposo a la oración y a la lectura de textos”, sumó. “Agradece por la cercanía que siente en este momento y pide, con gratitud, que se siga rezando por él”, concluyó, en forma parecida al parte de la víspera.

Al mediodía, su vocero, Matteo Bruni, aún no al corriente del agravamiento, había contado a los periodistas que el Papa había pasado una cuarta noche tranquila: “se despertó bien, descansado, desayunó y se dedicó a la lectura de algunos diarios”. Bruni también confirmó que se cancelaron todas las actividades papales al menos hasta el domingo. Una de ellas era una misa por el Jubileo de los Diáconos, el domingo próximo, que incluirá algunas ordenaciones de diáconos y que será presidida en su lugar por monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización.

La entrada principal con la estatua del Papa Juan Pablo II fuera del hospital Gemelli donde el Papa Francisco está internado para pruebas y tratamiento de bronquitis en Roma, el 18 de febrero

El anuncio, sin embargo, no sorprendió, dado que ayer el Vaticano hizo saber que, después de diversos análisis, el equipo médico de la clínica Gemelli que está tratando al Papa llegó a la conclusión de que su cuadro clínico es “complejo” -tuvo que cambiar por segunda vez el tratamiento al notar que la infección es polimicrobiana- y “requerirá una hospitalización adecuada”, es decir, deberá quedarse internado varios días más. Aunque nadie se anima a hacer pronósticos, se cree que deberá seguir internado al menos una semana más.

Se teme que la bronquitis que Jorge Bergoglio arrastraba desde hace semanas, curada en forma doméstica con corticoides, pueda haberse transformado en una neumonía, algo más serio para un paciente de avanzada edad. El boletín de ayer a la tarde, sin embargo, fue tranquilizador porque consignó que el Papa estaba sin fiebre, en condiciones “estacionarias” y que incluso en la jornada se había dedicado a algunas actividades de trabajo y a la lectura de textos.

Esta fotografía muestra velas afuera del hospital Gemelli donde el Papa Francisco está internado para pruebas y tratamiento por bronquitis en Roma, el 18 de febrero de 2025

Tal como pudo saber LA NACION, en efecto, aunque en el Vaticano nadie minimiza la situación del máximo jefe de la Iglesia católica, tampoco la dramatiza. “Las condiciones no son graves”, dijo a este medio una alta fuente, que destacó asimismo que “no está con oxígeno”, haciendo frente a las fake news que circulan describiendo a un papa moribundo, a quien le habrían dado la extremaunción.

Obligado a un “reposo absoluto” después de haberse exigido demasiado durante semanas, cuando ya estaba mal, con tos y resfrío, el Papa se encuentra desde el viernes aislado en su suite del décimo piso del Gemelli, donde no recibe visitas. Allí solo están sus dos secretarios privados -el argentino Juan Cruz Villalón (a quien en los últimos meses se vio mucho empujando la silla de ruedas) y el italiano Fabio Salerno. En la suite, muy austera pero equipada con todo lo necesario, también hay enfermeros y personal de gendarmería.

Trabajo desde el hospital

De todos modos, el reposo absoluto no impide que siga trabajando y al frente del gobierno de la Iglesia universal: tanto ayer como hoy, según el boletín del Vaticano, hizo nombramientos episcopales. Además, aunque sean breves, no renuncia a sus llamados diarios al párroco de la parroquia de Gaza, Gabriel Romanelli, algo que indica que sigue firme con su misión de pastor que se preocupa por su grey.

Tal como admitió el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, uno de los máximos colaboradores de Jorge Bergoglio, a quien conoce desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires, en el Vaticano, más allá de la preocupación, en verdad parece reinar cierto alivio ante el hecho de que, al fin, el Papa, alguien que obstinadamente quiso seguir con sus citas y actividades más allá del evidente malestar, se detuviera para ser cuidado de la mejor forma en el Gemelli.

Una estatua del Papa Juan Pablo II frente al Policlínico Agostino Gemelli, en Roma, el martes 18 de febrero de 2025, donde el Papa Francisco ha sido hospitalizado para someterse a algunas pruebas de diagnóstico necesarias y continuar su tratamiento para la bronquitis.

“Sólo la energía de los médicos ahora pueden obligarlo a descansar por algunos días”, comentó Semeraro en una entrevista al diario La Repubblica en la que se mostró confiado en una recuperación de su jefe máximo.

“No oculto que tengo mucha confianza en que salga bien, en primer lugar, por la fortaleza de ánimo de Francisco. Quien conoce su historia sabe que su salud nunca fue muy brillante, sino que también de joven no se sorprendió frente a algunos incidentes médicos. Claro, físicamente está el peso de los años, con respecto al pasado, pero espiritual y psicológicamente es fuerte y esto no es poco”, destacó Semeraro, que conoce a Bergoglio desde cuando fue su mano derecha cuando fue designado relator en el sínodo de 2001 y que desde el inicio del pontificado hasta 2020 fue secretario del C9, el consejo de cardenales del Papa.

“Lo que a mí me da mucha confianza es la fuerza interior del Santo Padre, que es la menos se ve y la más decisiva en situaciones de dificultad”, subrayó.

El Papa Francisco trabajó durante su cuarto día en el hospital el 17 de febrero de 2025, pero el hombre de 88 años enfrenta un

También apareció optimista el geriatra italiano Andrea Ungar, quien, en declaraciones al mismo diario, aseguró que la evolución de la situación clínica del Papa dependerá de cómo responde a los tratamientos farmacológicos, parecidos a los que se utilizan normalmente para combatir a una neumonía.

Son problemas que se superan, pero hay que ver también el estado de salud con el que se los enfrenta. El Papa es muy anciano y como muchos de sus coetáneos tiene achaques. Pero si logran mantenerlo sentado, le hacen hacer gimnasia respiratoria y han identificado la terapia idónea, superará seguramente también esta situación”, comentó el médico. “Jugará un rol también la gran solidaridad que está recibiendo desde todo el mundo, porque no estar solos ayuda a curarse”, destacó.

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