Miles de personas se han congregado en Roma para rendir homenaje al Papa Francisco durante sus exequias, un evento que ha atraído a fieles de todo el mundo, incluidos numerosos peruanos que viajaron a la ciudad con la esperanza de despedirse del Sumo Pontífice. Entre los asistentes, dos jóvenes peruanas expresaron su descontento respecto a la presencia del excardenal Juan Luis Cipriani, quien también participó en las ceremonias de despedida al Santo Padre.
Las compatriotas, en conversación con Exitosa, señalaron que muchos consideran que su actitud va en contra de la postura que el Papa Francisco mantuvo a lo largo de su pontificado, especialmente en lo que respecta a la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia.
Ideales del Papa Francisco
Como se recuerda, el Santo Padre fue conocido por su firme postura en la erradicación de la pedofilia dentro de la Iglesia Católica. Durante su papado, trabajó incansablemente para garantizar justicia para las víctimas, promoviendo medidas de transparencia y pidiendo cuentas a los responsables de abusos. La crítica de las jóvenes peruanas hacia Cipriani radica en la percepción de que su figura está asociada a un retroceso en esa lucha
“La mayoría de peruanos que estamos aquí en Roma expresamos nuestro disgusto hacia el cardenal Luis Cipriani, ya que su presencia va en contra de los ideales del Papa, quien luchó tanto contra la pedofilia”, expresó.
En ese sentido, señala que la presencia del excardenal en las exequias del Papa Francisco, lejos de ser vista como un acto de homenaje, es una mofa. “Su presencia aquí incluso podría interpretarse como una burla. Personalmente, lo considero una burla hacia todos los peruanos y las víctimas que han sufrido esa situación”, agregó la joven para el citado medio.
Dificultades para acceder a las exequias
La cantidad de personas que quieren darle un último adiós al Sumo Pontífice ha provocado una serie de dificultades logísticas para los miles de turistas y fieles. La aglomeración de personas causó una fuerte congestión en los accesos a la basílica de Santa María la Mayor, dificultando la llegada de muchos al lugar donde se encontraba el cuerpo del Papa. A partir de las 5 de la tarde, el ingreso fue cerrado debido al límite de capacidad, dejando a muchas personas fuera del recinto.
La situación se complicó aún más debido a la falta de puntos de acceso de agua potable en las cercanías, lo que generó incomodidad entre los asistentes, especialmente durante las largas horas de espera.
«El control ha sido mucho más estricto, lo que ha retrasado el acceso. Hay una congestión excesiva y, además, no hay puntos de acceso a agua libre. Tampoco hay muchos lugares cercanos donde se pueda comprar“, comentó para el mismo medio.
