Después de cinco meses, Franco Colapinto volvió a competir en la Fórmula 1 y el furor de los hinchas albicelestes no pasó inadvertido en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, en Imola. El argentino corrió de la mano de Alpine el Gran Premio de Emilia-Romaña y finalizó en la decimosexta ubicación, en una carrera en la que se vio perjudicado por una Virtual Safety Car. Como de costumbre y fiel a su estilo, el pilarense se mostró agradecido por el apoyo de sus fanáticos y pasó un tiempo con ellos para devolver el amor que le brindan fin de semana tras fin de semana.
El circuito italiano, bien conocido por el piloto de 21 años, ya que supo ganar allí en la Fórmula 3 y la Fórmula 2, se tiñó de celeste y blanco con una marea de banderas argentinas. Una vez finalizadas las 63 vueltas, una multitud proveniente de las gradas bajó a la pista y se acercó a la zona de los pits, algo característico en la historia de la Máxima. María Catarineu, mánager de Colapinto, mostró a través de una historia en su Instagram personal la locura que se desató en el box de Alpine y los cientos de fanáticos que alentaban por el ex Williams.
Franco se acercó al alambrado a dialogar con los hinchas, sacarse fotos y firmar autógrafos. Todo, bajo el clásico hit “Oleé, olé, olé, olé, Franco, Franco”. Esta imagen recordó a lo que había pasado en el Gran Premio de los Estados Unidos en 2024. Allí, después de terminar décimo y sumar un punto en Austin, el piloto argentino salió de los boxes de Williams con la bandera albiceleste ante un concierto ensordecedor de gritos por su aparición.
Entre las risas y la sorpresa por la cantidad de personas que había, Franco se acercó al alambrado que lo separaba del público y empezó a volcar su firma en cualquier objeto que se le cruzaba en el camino. “Vení, vení. Canta conmigo, que un amigo vas a encontrar. Que de la mano, de Colapinto, todos la vuelta vamos a dar”, entonaban los hinchas. Todo, ante la incredulidad del personal de seguridad y los miembros del equipo de Williams, quienes no podían creer lo que estaba sucediendo y el fervor que causa Colapinto en la gente.
Lo que ocurrió en Imola 2025 en una continuidad de lo que se vio en las nueve carreras que disputó en 2024, ya que se espera que los fanáticos argentinos estén presentes en multitud en los próximos Grandes Premios. ¿Uno de los más esperados? El Gran Premio de España, en Cataluña, que se llevará a cabo del 30 de mayo al primero de junio.
“Fue una estrategia un poco distinta cuando vimos que la goma media me aguantaba un poco más y fui uno de los que más duró con esa goma en el primer stint (tramo de carrera)”, comentó el bonaerense luego de la carrera en la que terminó decimosexto.
Al mismo tiempo, agregó: “Apostamos a una sola parada cuando puse las duras, pero un par de vueltas después entró el Auto de Seguridad Virtual y me cagó un poco la vida. Una lástima eso, pero dentro de todo fue un día positivo, con una buena estrategia pese a que la carrera nos jugó en contra”, explicó. Esto está relacionado con el VSC que salió en la vuelta 31, pocos giros después de que el argentino haya entrara en los pits, lo que les permitió a otros competidores hacer una parada adicional y tener neumáticos en mejor estado que los del Alpine del albiceleste.
No obstante, Colapinto completó una sólida actuación y dejó atrás el fuerte accidente que protagonizó en la sesión de clasificación del día sábado. Ahora, el argentino volverá a las pistas en la próxima semana: correrá el histórico Gran Premio de Mónaco del 23 al 25 de mayo.
