El lago Havasu, en Arizona, Estados Unidos, fue escenario de un accidente extremo que captó la atención de los aficionados de las competencias náuticas. Durante el evento Desert Storm Shugrue’s Shootout, una lancha de alta velocidad llamada Freedom One Skater perdió el control y terminó lanzada por los aires en un intento por romper un récord de velocidad.
El incidente dejó imágenes impactantes que recorrieron rápidamente las redes sociales. Según Speedboat Magazine, la embarcación, equipada con un motor de 10.000 caballos de fuerza, buscaba alcanzar velocidades superiores a los 330 kilómetros por hora.
Durante uno de los primeros intentos del día, la lancha alcanzó los 322.4 kilómetros por hora antes de perder estabilidad, elevarse en el aire, girar sobre sí misma y caer violentamente sobre el agua.
Testigos informaron que la lancha aterrizó en posición vertical, lo que ayudó a reducir el impacto. A pesar de la magnitud del accidente, sus dos ocupantes, conocidos como driver (piloto) y throttleman (operador del acelerador), sobrevivieron con heridas menores. Ambos fueron trasladados a un centro médico cercano como medida de precaución. “En general, ilesos”, declaró Ray Lee, editor de Speedboat Magazine, en diálogo con Fox 10 Phoenix subrayando la suerte que tuvieron los involucrados.
Jeff Clark, otro competidor presente en el evento, señaló al medio en cuestión que “los túneles de los costados de la lancha están pensados para guardar aire, así se mantiene arriba del agua”. Sin embargo, explicó que “a esa velocidad, si la nariz de la lancha está muy alta, la embarcación va a terminar en el aire”. Clark, quien ha competido en estos eventos durante cinco años, agregó que “se me encogió el corazón al ver ese barco alzar el vuelo. Es algo que nunca quieres ver cuando sales a divertirte como piloto”.
Clark destacó además que el diseño y la resistencia de la cabina salvaron las vidas de los ocupantes. “Esos chicos están vivos por una sola razón: ese barco fue construido para que no se desmoronara. La cabina estaba en perfecto estado, a pesar de que el resto del barco estaba destrozado. Me quito el sombrero ante Skater y la tripulación que construyó ese barco porque les salvaron la vida a ambos, sin duda”, afirmó.
Al mismo tiempo, mencionó que el diseño aerodinámico y los sistemas de aire de las lanchas deportivas son elementos clave para minimizar daños en accidentes de este tipo. “Los sistemas de aire y las escotillas de acceso son otras medidas de seguridad que formaron parte del diseño para mantener a los ocupantes lo más seguros posible”, agregó Clark.
Lee sugirió que el viento podría haber tenido un rol tanto en el desarrollo del accidente como en la supervivencia de los pilotos: “En el mejor de los casos, debido al viento, cuando el barco lo cortó, lo mantuvo allí más tiempo que si no hubiera habido un viento tan fuerte”. Aunque el siniestro generó alarma, el evento continuó tras confirmarse que los pilotos estaban fuera de peligro.
El Desert Storm Shugrue’s Shootout es uno de los eventos más reconocidos en el mundo de las competencias náuticas. Cada año reúne en Lake Havasu a entusiastas y competidores de todo el país que buscan romper récords de velocidad con embarcaciones de alta potencia. Los organizadores del evento subrayaron que las medidas de seguridad estaban activas y que la rápida respuesta de los equipos evitó una tragedia mayor.
Este accidente no es el primero en la historia del Lago Havasu. Según registros de Motorsport Memorial, desde 1963 han ocurrido al menos 11 accidentes fatales durante competencias en este lugar, siendo el más mortal el de 2018, donde tres personas perdieron la vida al chocar una embarcación conocida como Lickety Split.
