
El ex atleta olímpico canadiense Ryan Wedding se convirtió en el centro de una de las mayores investigaciones por narcotráfico y violencia internacional de la última década. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) lo acusa de liderar una organización dedicada a la exportación de cocaína, con presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa, y lo considera responsable de diseñar “un programa de narcotráfico y narcoterrorismo sin precedentes en mucho tiempo”, según declaraciones de Kash Patel, director del FBI.
El caso, que tomó dominio en la prensa internacional, desencadeno operativos en varios países, muertes de testigos y órdenes de captura tanto en Canadá como en Estados Unidos.
El medio canadiense Toronto Star informó que Wedding se encuentra entre los 10 fugitivos más buscados por el FBI, que en marzo anunció una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su arresto. El propio organismo lo describió como “uno de los mayores proveedores de cocaína en Canadá”. Las autoridades consideran que el ex atleta intentó modificar su apariencia física y alertaron que “podría cambiar su color de cabello, su apariencia y hacer cualquier cosa para evitar ser capturado”, según destacaron agentes federales.
La trayectoria de Wedding lo llevó de participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 como snowboarder a encabezar una presunta red con presencia en México, Colombia y Canadá. El FBI lo responsabiliza de dirigir una organización multinacional que importaría unas 60 toneladas métricas de cocaína anualmente, generando más de 1.000 millones de dólares en ingresos.
Según los investigadores, el tráfico se realizaba desde Colombia, con la droga atravesando México antes de cruzar la frontera hacia EEUU y Canadá. La red, según las autoridades estadounidenses, empleaba empresas fachada y redes logísticas en Los Ángeles y Ontario, facilitadas por la protección del Cártel de Sinaloa.

Las operaciones de Wedding estuvieron marcadas por actos violentos y el uso sistemático de la intimidación. El comisionado de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), Michael Duheme, anunció que siete personas presuntamente ligadas al cártel fueron arrestadas en las ciudades de Quebec, Ontario y Alberta, y se prevé su extradición a Estados Unidos. El FBI sostiene que Wedding todavía tiene acceso a una “red de sicarios” y advierte que su capacidad para ordenar ataques persiste.
Uno de los hechos que agravan la situación judicial del ex deportista es su presunta vinculación con el asesinato de testigos claves para la investigación estadounidense. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, sostuvo que Wedding “orquestó el asesinato de un testigo federal al publicar su imagen en un sitio web de noticias falsas, The Dirty Newz”. Según Bondi, el ex atleta pagó 7.000 dólares por las imágenes del testigo, quien fue asesinado en un restaurante de Medellín en enero de 2025 tras la publicación de su identidad en internet.
El asesinato de los colaboradores del FBI traspasó fronteras. El Toronto Star documentó el caso de Jonathan Acebedo-García, antiguo testigo colaborador, ejecutado en Medellín y cuya colaboración había sido central para desmantelar la organización de Wedding. La prensa canadiense subrayó, citando fuentes judiciales, que el grupo de Wedding había organizado reuniones clandestinas en México, Canadá y Dubái.

Los ataques contra civiles en Canadá también fueron atribuidos a la red dirigida por Wedding. En noviembre de 2023, hombres armados irrumpieron en la casa de la familia Sidhu en Caledon. “Jagtar Singh Sidhu, de 57 años, murió en el acto. Harbhajan Kaur Sidhu, de 55 años, y su hija Jaspreet, lucharon por su vida”, reportó el reconocido periódico canadiense. Harbhajan falleció en el hospital y Jaspreet sobrevivió después de recibir 13 disparos. Las autoridades han descrito el ataque como un error de identidad vinculado a la estructura violenta de la red.
El impacto de estos crímenes sensibilizó a las familias afectadas. Clare Fader, madre de una de las víctimas, denunció la criminalización de su hijo ante la prensa canadiense: “La policía lo ha presentado como un monstruo”, declaró, y defendió que “era la persona más cariñosa del mundo”.
Las agencias federales estadounidenses continúan reforzando la búsqueda internacional de Wedding, a quien en algunos círculos ya apodan “el Pablo Escobar moderno” por el alcance de sus operaciones y métodos violentos. Mientras tanto, Wedding permanece prófugo y, según informes recientes de Toronto Star, podría estar bajo la protección de organizaciones criminales en México.
En lo que respecta a su carrera deportiva, el ex atleta de 44 años acabó en el puesto 24 durante los JJOO en Salt Lake City en la categoría eslalon gigante paralelo. Su última aparición en un evento deportivo, según detalló el sitio Fis-sky fue el 31 de marzo del 2002, cuando disputó el Campeonato Nacional en la misma categoría. En aquella oportunidad no concluyó la prueba (DNF). Su último gran rendimiento fue en febrero de ese año, cuando acabó en el primer lugar durante La Copa del Mundo de Snowboard FIS.




