El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) celebró sus 47° aniversario, con la tradicional cena anual, que convocó a medio millar de diplomáticos, funcionarios del Gobierno, referentes empresarios, políticos, del mundo académico y de organismos internacionales.
El evento de este año estuvo signado por la reciente condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a Cristina Kirchner. De hecho, ante la referencia que hizo en su discurso el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hubo un tibio y fugaz aplauso. Pero también, tuvo como punto saliente la entrega del premio “Carlos Muñiz” al argentino Rafael Grossi, actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Además de Francos, también estuvieron el ministro de Salud, Mario Lugones; y funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores. El canciller Gerardo Werthein no participó porque se encuentra con Javier Milei en la gira que realizó por Europa e Israel. También estuvieron representantes diplomáticos de Estados Unidos, China, Brasil, Europa, Japón, y otros países.
En el inicio de la cena anual, el presidente del CARI, Javier de Santibañes, detalló las principales actividades desarrolladas por el Consejo durante el último año, con más de 300 reuniones, programas y otras iniciativas llevadas adelante por sus 30 comisiones de estudio, tanto en Argentina como en el exterior.
“El diálogo plural que tiene lugar en el CARI resulta, en nuestra visión, esencial para construir una política exterior consensuada, estable e influyente”, expresó el titular del think tank y anfitrión de la cena que se desarrolló en La Rural del barrio porteño de Palermo y contó con la conducción de la periodista Cristina Pérez.
El discurso de Francos
Luego, el jefe de Gabinete inició su discurso con una alusión a Cristina Kirchner. “El fallo de la Corte determina un momento triste de la historia argentina, no es un momento de felicidad. Es un momento triste ver a quien fue dos veces presidenta de la Nación y una vez ex vicepresidenta, diputada, senadora ser condenada a prisión no es un momento para que lo celebremos”, afirmó, en referencia al tibio aplauso que surgió de los invitados.
De todos modos, dijo: “Sí hay que celebrar eso de lo que siempre dudamos, que es una verdadera vigencia de las instituciones de la República”. “Eso se ha demostrado. Muchos pensaban que podía haber convulsión, tenían temor de lo que pudiera pasar, pero fue una jornada en la que hubo algunas expresiones de simpatía hacia la ex presidenta, en algunos lugares hubo algunos cortes, pero nada que no se pudiera considerar razonable”.
Luego, repasó las principales líneas de la políticas en materia de política exterior y recordó que “Milei accedió a la presidencia gracias al apoyo fuerte de una sociedad hastiada de la política tradicional, agotada por las rencillas internas del oficialismo como de la oposición, agobiada por un escenario económico catastrófico e indignada por los incontables escándalos de corrupción protagonizados por las más altas esferas del poder”.
“Milei supo leer con suma precisión los múltiples padecimientos de la realidad económica argentina. También, gracias a su determinación logró convertirse en un símbolo de esperanza y renovación para todo Occidente”, afirmó.
“No es común que un presidente de la Argentina haya obtenido el reconocimiento internacional que tuvo Javier Milei. Tiene que ver, sin duda, con su personalidad. Muchos periodistas lo critican, pero sin duda también planteó con mucha, con mucha fuerza Las ideas de la libertad que en muchos países del mundo estaban faltando”, consideró.
“Gracias a su determinación y con su liderazgo, al igual que el de Donald Trump y el de otras figuras del mundo, no representa únicamente un profundo rechazo hacia la denominada casta o al Partido del Estado, como lo llama el presidente. También expresa un firme deseo de transformar estructuras burocráticas nacionales e internacionales que durante demasiado tiempo impusieron trabas crecientes al desarrollo de los proyectos de vida individuales, al impulso emprendedor que genera progreso económico y al crecimiento personal y colectivo de nuestras sociedades”, continuó.
“Argentina cuenta con una oportunidad histórica para redefinir su política exterior en torno a nuevas prioridades que posicionen a nuestro país como un faro de libertad en el continente latinoamericano, junto con el programa de reformas que impulsamos desde el primer día de gobierno. Nuestra gestión se comprometió con una política exterior basada en la apertura económica y la inserción plena de la Argentina en el mundo”, dijo Francos.
Y agregó: “Hoy nuestro país cuenta con el respaldo de las principales potencias de Occidente. Así lo demuestran los encuentros mantenidos por el presidente con Donald Trump y la visita a la Argentina, la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni; el presidente francés Emmanuel Macron y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele”.
El reconocimiento a Grossi
En el evento, también se realizó la segunda edición del Premio Embajador Carlos Muñiz a la Excelencia, distinción que este año fue conferida a Rafael Grossi. “Este reconocimiento honra trayectorias que expresan los valores fundacionales del CARI: independencia de pensamiento, excelencia profesional, vocación multilateral y defensa del interés nacional desde una perspectiva global”, afirmó el presidente del CARI, Francisco de Santibañes.
La primera edición del premio fue concedida a la embajadora Susana Ruiz Cerruti, poco antes de su fallecimiento, en homenaje a una vida dedicada al servicio diplomático.
En un discurso de agradecimiento, que fue presentado con un video por los organizadores del acto, Grossi afirmó: “Me honro y agradezco al CARI por haber pensado que la labor que me ha tocado desarrollar a lo largo de 40 años de trabajo, tanto en el marco argentino como en el marco internacional, podrían ser merecedoras de este reconocimiento”.
“Una reflexión importante que hace al trabajo del CARI y de otras instituciones es recordar la importancia de la diplomacia profesional. Soy un orgulloso egresado de la Promoción 19 del Instituto del Servicio Exterior de la Nación”, manifestó.
En ese sentido, Grossi destacó “el profesionalismo, el estudio, el análisis, el rigor y el mérito son aspectos absolutamente indispensables en un escenario internacional a veces impiadoso, en donde todas estas herramientas son indispensables, junto al carácter, el liderazgo y el valor, por supuesto, pero deben estar animando a las futuras generaciones.
El titular de la OIEA, que está en carrera para competir por la elección de la secretaría General de la ONU, habló sobre el 80 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas. “Es válido que desde la reflexión sobre las relaciones internacionales se plantee la cuestión de la ONU que queremos, que necesitamos para los próximos 80 años”.
“La misión de la organización continúa siendo tan indispensable como lo fue en sus primeros 80 años, pero también con valentía, reconociendo que hay gran cantidad de temas y de factores que han influido en una relativa caída de su impronta y de su capacidad de contribuir a muchas de las grandes crisis internacionales”, manifestó.
Y amplió: “Es válido y es necesario, sobre todo para potencias medias como la República Argentina, que pensemos en esa colaboración, en esa cooperación que grandes argentinos han podido hacer en el pasado en el marco de los organismos internacionales, incluyéndolo a Carlos Manuel Muñiz”.
“Nos toca generacionalmente este desafío, un desafío que es el de encontrar las vías, los medios de una diplomacia moderna, de una diplomacia profundamente enraizada con la realidad, de una diplomacia que a través de los organismos internacionales y de la política internacional de los Estados atienda de manera directa y reconocible a las verdaderas necesidades de la población en materia de paz, en materia de seguridad y en otras tantas áreas en las que este espacio de cooperación es posible”, concluyó.