Crisis generalizada y disputas feroces, un común denominador en todos los frentes tras el cierre de listas en PBA

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Javier Milei, Santiago Caputo y Karina Milei - con formato

“Creían que nos estábamos rompiendo y estábamos sumando fuerza”, dijo anoche Axel Kicillof tras la tumultuosa presentación de candidatos de este lunes, que se prorrogó por un día y medio después de un llamativo corte de luz y de que en la madrugada del domingo la unidad con fórceps del peronismo K de la provincia de Buenos Aires estuviera a punto de naufragar.

Un rato antes de las declaraciones del gobernador, Mayra Mendoza, la delegada principal de Cristina Kirchner en la tercera sección electoral, hizo un extenso posteo sobre su inscripción como candidata a diputada provincial -ira tercera en la lista de Fuerza Patria-, con dos fotos junto a la expresidenta, alusiones a su postulación “proscripta” y ni una sola mención al gobernador. La noche del sábado, al filo de la ley, las negociaciones se trabaron cuando desde La Cámpora se intentó imponer a la intendenta de Quilmes al tope de la lista, en lugar de Verónica Magario. Un corte de luz sorpresivo y tratativas desesperadas, en la madrugada del domingo, hicieron que no se llegara a una fractura expuesta. La gobernación fue un caos, y se sucedieron llamadas cruzadas entre La Plata y San José 1111 que involucraron al gobernador, a Sergio Massa, a la expresidenta y a su hijo Máximo Kirchner que salvaron al peronismo de un quiebre que, en los papeles, hubiera evidenciado lo que sí se verifica en los hechos desde el momento en que Kicillof desdobló las elecciones y decidió independizarse de Cristina Kirchner y La Cámpora.

La crisis interna del kirchnerismo bonaerense, que quedó a la intemperie en las últimas 48 horas, se replicó, sin embargo, en el resto de las principales alianzas que se inscribieron en la competencia electoral de la provincia de Buenos Aires, en particular en La Libertad Avanza, cuyo frente con un sector del PRO desnudó la atomización en la conducción macrista y la seria disputa en el seno del gobierno entre Karina Milei y Santiago Caputo.

Para Santiago es crónica de una muerte anunciada. Los Menem le dicen a Karina que él tiene todo el gobierno y ellos solo el partido, y por eso no había que darle ningún lugar”, sentenció ayer un operador del oficialismo que vio por televisión el cierre de listas.

El sábado, el liderazgo de “El Jefe” como figura central de la operación electoral y política de LLA quedó bien en evidencia. En contrapeso del bando rival.

Anoche, en el prime time de la televisión se hicieron una panzada con esa interna. Se llegó a polemizar incluso con la posibilidad de una disolución inminente del “triángulo de hierro”, como calificó Javier Milei al sistema de toma de decisiones que integra desde el día uno de gobierno junto a su hermana y el consultor político, una opción que, por ahora, no estaría en el menú de opciones del presidente.

Massa, Axel Kicillof y Máximo Kirchner en una caravana en La Matanza

De todos modos, la marginación de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación referenciada en el consultor, en el cierre de listas -Solo Nahuel Sotelo fue incluido recién el quinto puesto de la boleta de la tercera sección, en las categorías provinciales- agravó una interna que la semana pasada alcanzó niveles de tensión nunca antes conocidos con filtraciones directas hacia Martín y “Lule” Menem, los colaboradores más relevantes de Karina Milei junto a Sebastián Pareja, que el fin de semana monopolizó la lapicera delegada por “El Jefe”.

El cierre también dejó un tendal de heridos en el PRO, acusaciones directas a Cristian Ritondo y Diego Santilli, los dos principales negociadores del partido amarillo, y la inscripción de candidatos registró una particularidad: algunos de los intendentes referenciados en Jorge Macri, que supo liderar el PRO bonaerense cuando gobernaba Vicente López, se fueron de la alianza, pero Soledad Martínez, la sucesora del jefe de gobierno en ese distrito clave de la primera sección, sí pudo imponer sus condiciones -el 70% de los candidatos a concejales- y cerró un frente con los libertarios. Colocó, además, a la legisladora provincial Maru Sotolano en el segundo lugar de la lista de diputados provinciales de la tercera sección electoral: tres puestos por encima de Sotelo, integrante prominente de Las Fuerzas del Cielo. Toda una sorpresa si se tiene en cuenta que la dirigente quilmeña, del riñón de Martínez, había sido hasta ahora muy crítica de LLA.

La negociación exitosa en Vicente López contrastó con la cantidad de dirigentes molestos con el acuerdo global, y levantó suspicacias en torno a un posible acercamiento en la capital de cara a las elecciones nacionales de octubre. No pareciera ser, sin embargo, lo que propiciaría Karina Milei, en cuyo entorno trasciende que, al menos hasta ahora, no quiere saber nada con sellar una tregua con los Macri, Jorge y Mauricio. “¿Por qué les daríamos el segundo candidato a senador en octubre si salieron terceros en mayo?”, se preguntó un delegado de la secretaria general en la capital. “Apuntamos a terminar de destruirlos”, sentenció.

Es una afirmación que contrasta con los planes del otro sector, liderado por Caputo, que, a pesar de coincidir con la hermana presidencial en la decisión de fagocitación del PRO, considera que aún es necesario mantener un diálogo abierto con el ex presidente en virtud de la gobernabilidad parlamentaria. Macri y el consultor volvieron a conversar hace algunos días, vía telefónica, en medio de una retracción obligada del ex discípulo de Jaime Durán Barba que controla resortes sensibles de la administración como Justicia, la UIF, la SIDE, ARCA y la comunicación, entre otros rubros. “Muchos que hace un año le tenían cagazo a Santiago Caputo ahora están rezando para que recupere un poco de poder frente a Karina y Lule”, escribió el fin de semana Hernán Iglesias Illa, el editor general de la revista Seúl que trabajó en la estrategia comunicacional del PRO y que conoce bien de cerca a Macri y a buena parte de la dirigencia macrista.

En las últimas horas, se especulaba con las señales que Milei podía mostrar esta noche en su desembarco en Córdoba, en el festival denominado “Derecha Fest”, que podía volver a reunir al “triángulo de hierro” públicamente. “Lejos de las fórmulas vacías de la política tradicional, el evento apuesta por ideas claras, sin maquillaje, y por una experiencia única para los asistentes: meet and greet, merchandising oficial, y la posibilidad de compartir espacio con referentes de La Libertad Avanza como Karina Milei y Santiago Caputo», promocionó el sábado, antes del cierre, La Derecha Diario, un medio alineado con la Casa Rosada.

Los referentes del PRO Bonaerense tras la alianza con LLA

Kirchnerismo expuesto. “Tenemos mucha gestión y la campaña es gestión”, razonó Kicillof anoche en C5N frente a Gustavo Sylvestre, en su primera entrevista tras el traumático cierre de listas.

En el seno del peronismo K era difícil imaginarse ayer una campaña homogénea y ordenada después de un fin de semana en el que recrudeció la interna. “Eso pasa cuando se pierde la conducción monolítica que siempre tuvo el peronismo. Cristina ya no ordena, y Máximo tampoco”, resumió un dirigente del PJ que renunció hace tiempo a ser conducido por los Kirchner y que en septiembre irá por fuera de Fuerza Patria en su distrito.

El sábado, cuando las negociaciones se interrumpieron, el gobernador ordenó a través de Carlos Bianco confeccionar listas propias a los intendentes que promueven la independencia definitiva de Kicillof, furiosos con la posibilidad de tener a Mendoza como figura principal de la tercera sección e ir detrás de una campaña con “Cristina Libre” como slogan principal.

Una vez que las conversaciones se retomaron, y se confirmó a Magario como cabeza de lista, La Cámpora echó a rodar su plan B: avanzar sobre el Movimiento Derecho al Futuro en las listas y llenar la Legislatura a partir de diciembre con figuras de peso, incondicionales a la conducción de Cristina y Máximo Kirchner. Es el caso de la intendenta de Quilmes, que ya resolvió dejar la intendencia a fin de año para asumir una banca. “Axel desoyó otra vez el pedido de Cristina, como viene haciendo. Ahora vamos a tener una presencia fuerte en la Legislatura, para cercarlo”, explicó una fuente de La Cámpora que, según los cálculos, podría renovar todos sus legisladores si la performance electoral del 7S es la que imaginan.

La crisis de confianza en la superestructura del peronismo K bonaerense hace casi imposible la búsqueda de consensos políticos, con un agravante: hay relaciones insalvables, como la de Kicillof y Máximo Kirchner. Parecía que la condena a Cristina Kirchner podía convertirse en una solución al quiebre interno, e incluso hubo dirigentes, como Gerardo Zamora, que le dijeron al gobernador que tenía frente a sus narices la excusa ideal para dar marcha atrás y unificar otra vez el calendario, como pretendían desde San José 1111. Kicillof siguió adelante con su plan original.

La ex presidente Cristina Kirchner y Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes

El gobernador mostró, además, mucha más determinación que en el último cierre de listas, el del 2023, al que ni siquiera fue convocado a la residencia platense del jefe de Gabinete, en ese momento a cargo de Martín Insaurralde, para discutir las listas. Es más: para comunicarse con el jefe de La Cámpora tenía que hacerlo a través del secretario. Esta vez, Kicillof ofició de anfitrión, obligó al resto de los representantes de Fuerza Patria a negociar en sus oficinas de la gobernación, y sostuvo en la primera y la tercera sección electoral, como cabeza de listas, a dos dirigentes que le reportan, como Magario y Gabriel Katopodis, uno de sus principales armadores políticos que pudo, a su vez, incluir a referentes seccionales que le responden en lugares con expectativa electoral. Mucha menos suerte tuvo Andrés “El Cuervo” Larroque.

El dilema pasa ahora por proyectar el futuro de ese espacio después del 7S. Dependerá del resultado. Anoche, en fuentes relacionadas con La Cámpora se hablaba de una vendetta contra “Carli” Bianco, el colaborador más identificado con Kicillof.

La vía del medio. Más desapercibido pero no menos traumático fue el cierre en la tercera vía, Somos Buenos Aires, el espacio de radicales, peronistas y desprendimientos del PRO apadrinado por Facundo Manes, Juan Schiaretti, Florencio Randazzo y Julio Zamora, en conjunto con la Coalición Cívica, cuyos socios gerentes recién se conocen y no están en condiciones de predecir un futuro exitoso para el experimento.

El cierre de Somos Buenos Aires

Semanas antes, se había propiciado también la incorporación de Emilio Monzó, pero las conversaciones no terminaron bien y el diputado se abrió del armado. El sábado, en el búnker en el que se terminaron de cerrar las listas -al neurocientífico lo representó su hermano Gastón-, se escucharon discusiones muy acalorados, y un delegado del ex presidente de la Cámara baja que sí se quedó para negociar lugares en una sección electoral terminó a las trompadas con parte de las instalaciones, a los gritos. También apareció por el lugar un dirigente del Gran Buenos Aires, que fue cercano al gobierno, que ofrecía millones de razones para promover a un candidato peronista en la tercera sección, con la excusa de que era una estrategia válida para restarle votos al kirchnerismo. Al final se inclinaron por Pablo Domenichini, un dirigente del radicalismo bonaerense vinculado a Emiliano Yacobitti.

En la segunda sección, se intentó un acuerdo con los hermanos Santiago y Manuel Passaglia, pero fracasó con acusaciones cruzadas y una serie de posteos desde San Nicolás.

“Cuando vos sos oficialismo tenés la responsabilidad de diseñar la oferta: para eso tenes lo resortes”, aseguró anoche un dirigente que orbita en el universo libertario, y que reconoció que, meses atrás, se exploraron acuerdos muy subterráneos entre operadores del Ejecutivo y figuras de Somos Buenos Aires. Fue lo que pasó, sin ir más lejos, en las elecciones recientes de la ciudad de Buenos Aires, de mayo pasado, y en la experiencia del 2017, cuando desde el seno del PRO reconocieron en su momento que la postulación de Randazzo logró que Cristina Kirchner no ganara las elecciones de medio término. Un triunfo de la expresidenta hubiera llenado de dudas el proyecto nacional de Cambiemos en el principal distrito del país. La política es tan dinámica que, con un Macri que arrasó en las urnas y se encaminaba a una reelección casi segura, el programa económico y político entró en colapso en los meses siguientes.

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