El campo cuestionó a Kicillof por la falta de obras y advierte por pérdidas millonarias tras las inundaciones

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El campo cuestionó la falta de avances en las obras del Plan del Salado (Claudio Velazco)

La situación en los campos de la provincia de Buenos Aires sigue siendo crítica y un nuevo informe reveló que hay cerca de seis millones de hectáreas afectadas por las inundaciones que no ceden en el centro y oeste bonaerense. Mientras tanto, sigue la disputa por las obras que faltan en la cuenca del río Salado y advierten por pérdidas millonarias para la campaña de 2026.

Ahora, tras un nuevo estudio de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), se señaló que hay 2 millones de hectáreas que directamente están bajo el agua, mientras que cerca de 4 millones están afectadas, es decir, sin agua en la superficie, pero que no están en condiciones de avanzar con las labores de siembra. “Son hectáreas que quedaron fuera de producción”, remarca el comunicado.

En ese sentido, alertaron que los meses para la siembra de la cosecha gruesa, es decir, soja y maíz, dos de los principales cultivos que exporta la Argentina, se están cerrando lentamente y hay menos tierra apta para el proceso productivo.

“Estimamos que más de 1.500.000 hectáreas agrícolas tienen un riesgo muy alto de quedar improductivas este año. Un cálculo simple dimensiona el problema: si esa superficie se sembrara bajo una relación 60% soja / 40% maíz, están en juego alrededor de 2.000 millones de dólares que dejarían de ingresar al circuito económico en 2026″, focalizaron.

El secretario de CARBAP, Pablo Ginestet explicó que cuando empezó la inundación se desperdició «parte de la soja que se tenía que haber cosechado entre abril y mayo». “Todo lo que era trigo se perdió porque no se pudo sembrar. No va a haber en toda esa zona”, agregó en referencia al centro de la provincia de Buenos Aires.

Y continuó: “Mucho de lo que se sembró se terminó perdiendo porque la superficie inundada fue aumentando, sobre todo en agosto. Y a su vez, lo que está en duda es cuánto de la gruesa se va a poder sembrar, de maíz de primera, que se siembra en septiembre y octubre”.

Sumado a esto, el reclamo del organismo fue dirigido a los tres niveles del Estado a los que responde el campo. Por un lado, a los intendentes, a quienes les pidieron el “mantenimiento de la red vial rural”, otro de los grandes problemas que afectan hoy día a los productores. Según pudo saber este medio, desde Vialidad Nacional como la provincia están respaldando con maquinaria para socorrer a los municipios que necesiten, pero los productores señalan que no es suficiente y piden mejoras en los caminos de tierra, hoy devenidos en barriales.

Las imágenes satelitales del informe de CARBAP sobre la acumulación de agua en el centro bonaerense

En tanto, la falta de avances en las obras del Plan Maestro del Río Salado, uno de los principales canales de agua que atraviesa toda la provincia, abrió un foco de conflicto directo con la provincia de Buenos Aires. Para tomar dimensión, este cauce atraviesa más de 50 municipios y se trata de uno de los más complejos debido a sus particulares características: poca profundidad y sus extremos angostos.

Estas obras ya llevan más de 20 años de ejercicio y se extienden a lo largo de 531 kilómetros. Debido a la compleja trama que debe atravesar, se dividió en cinco tramos, de los cuales hasta el momento solo se completaron 223 km. El cuarto tramo, que es el más extenso, con 212,3 kilómetros, llevó a una nueva disputa entre Nación y Provincia de Buenos Aires por la obra pública en la última semana.

En este marco, desde CARBAP cuestionaron a la administración de Axel Kicillof por los retrasos en estas obras: “Hace diez años deberían haber estado finalizadas, pero hoy el avance apenas supera la mitad. No se trata de un detalle técnico ni de un simple retraso administrativo: es una obligación directa de la Provincia llevar adelante estas obras hidráulicas estructurales, que son esenciales para mitigar inundaciones, acelerar los escurrimientos y reducir el tiempo de anegamiento”.

Las obra en la cuenca del Río Salado

“Estas obras no impedirían fenómenos extremos como el actual, pero sí disminuirían de manera dramática los daños, tanto productivos como sociales. Su ausencia —o su ejecución a cuentagotas— es una de las razones por las cuales hoy millones de hectáreas están comprometidas», continuaron.

Y completaron: “A pesar de esta responsabilidad indelegable, el presupuesto provincial 2026 propone un aumento del 100% en el impuesto inmobiliario (más de 70 millones de dólares adicionales), pero destina poco más de 4 millones de dólares al Plan Maestro. La desproporción es evidente y, sobre todo, inaceptable”.

Por otra parte, también lanzaron críticas contra el Gobierno Nacional debido a la falta de avances en ejecuciones clave para mitigar los desastres hídricos: “Solo en esta región, el Estado recauda más de 1.000 millones de dólares anuales en retenciones, desde hace más de veinte años”.

Y añadieron: “A esto se suma un dato que hace aún más injustificable la falta de inversión: la Nación cobra un impuesto específico sobre los combustibles (Nafta y Gas), cuyo producido integra el Fondo Hídrico de Infraestructura, creado justamente para financiar obras de control de inundaciones, drenajes y mejoras hidráulicas en todo el país. Es decir, ya existe un fondo nacional, ya existe un impuesto que lo alimenta y ya existe un destino legal establecido por ley: obras como las del Plan del Salado“.

Por qué son importantes las obras en la cuenca del Río Salado

Justamente, en diálogo con Infobae, Ginestet, explicó que el fenómeno de las inundaciones en los campos bonaerenses se debe no solo a un fenómeno meteorológico, sino también a la falta de avances en las obras para el Río Salado.

“Se juntan dos cosas. Falta y mantenimiento de obras y precipitaciones muy excesivas en toda la cuenca del Salado. Porque esto primero arrancó en algo más localizado, acá en la zona centro. Después, se siguió agrandando porque empezó a llover mucho más hacia el norte y también mucho hacia el sur de la cuenca. Ha llovido mucho, lo cual hace que toda la cuenca del Salado, desde arriba hasta abajo, se termine viendo afectada”, enfatizó.

En ese sentido, la disputa entre Nación y la provincia de Buenos Aires se da debe a los 33 kilómetros de obras en el tramo IV etapa 2 que incluye a los municipios de Roque Pérez, Lobos y 25 de mayo que restan hacerse. Desde ambos sectores se lanzan la responsabilidad para terminar con las obras: por un lado, sostienen que hasta que no termine este sector, no se puede avanzar con el tramo 5. Por otro, señalaron a este medio que las obras se reactivaron en septiembre luego de una reunión entre la Mesa del Enlace con funcionarios del Ministerio de Economía y cuenta con financiación propia para terminar con el dragado.

De acuerdo a las proyecciones que hacían en el Gobierno bonaerense, estimaban que para mayo de este año iba a estar finalizada dicha etapa y esto permitía continuar con el resto de la iniciativa. Sin embargo, Nación cortó la financiación para que se haga el dragado de esta etapa en febrero de este año.

Así se ven desde el cielo los campos inundados en la provincia de Buenos Aires

El ingeniero hidráulico, Claudio Velazco, explicó a Infobae que uno de los problemas en esta región se debe a la “zona de llanura que tiene la provincia” y eso provoca que “el agua no es que va a circular en forma tan rápida como uno quiere y vos tenés que tener obras acordes, que en la actualidad no tenés”.

Las obras en la cuenca del río Salado son uno de los proyectos más importantes del país y también representan un desafío a nivel mundial. Por ejemplo, para el Canal de Panamá se removieron 183 millones de metros cúbicos de suelo en 80 kilómetros de largo. Para el Canal de Suez, en Egipto, que fue la primera obra de excavación con máquinas mediante dragas, se removieron 50 millones de metros cúbicos de tierra en 163 kilómetros. Cuando finalicen las obras del Salado se habrán removido un total 219.151.883 metros cúbicos de tierra en más de 500 kilómetros.

Cabe aclarar que la particularidad que atraviesa la zona afectada por las inundaciones es que se trata de una superficie plana. Esto quiere decir que en condiciones naturales, el agua no se encauza, y toda vez que no haya una red de drenaje definida (ríos y arroyos), permanece en la superficie por grandes períodos de tiempo.

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