La interna del PJ quedó al desnudo en el Congreso: pases de factura, la rebelión del interior y las objeciones al silencio de Cristina Kirchner por las PASO

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El kirchnerismo intenta contener la hemorragia tras la fuga de cuatro diputados que ayudaron al Gobierno en su objetivo de suspender las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En Unión por la Patria (UP) se activó el operativo de control de daños: los jefes del bloque bajaron el tono del conflicto, minimizaron la revuelta de los gobernadores del norte y apostaron a la cohesión para evitar un quiebre que podría ser terminal.

La tensión quedó expuesta en una cumbre previa a la sesión, donde las diferencias afloraron sin filtros. Se acordó dar “libertad de acción” en la votación en el recinto, pero el malestar se hizo sentir. Legisladores del interior plantearon reproches por el reparto de prioridades dentro del bloque y objetaron abiertamente la ausencia de una definición clara por parte de la conducción nacional del partido.

Cristina Kirchner no fue nombrada, pero su silencio lo ocupó todo. “El PJ tendría que haber fijado una postura sobre las PASO”, deslizó un diputado ante LA NACION, convencido de que, tratándose de una cuestión electoral, una señal desde la cima era inevitable. “No hacía falta que fuera Cristina, podría haber sido José Mayans -vicepresidente- o el secretario general del partido”, agregó otro dirigente sobre la incógnita que sobrevoló toda la discusión.

Las espadas legislativas de Cristina Kirchner optaron por el silencio. “Se hicieron los boludos”, resumió, sin rodeos, uno de los presentes. Máximo Kirchner ni siquiera apareció por la reunión, mientras que otros referentes de La Cámpora hicieron un último intento por defender las PASO, pero sin ánimo de dar batalla. Expusieron sus argumentos con cautela, conscientes de que no tenían margen para imponer su postura. “Iban a quedar en evidencia”, analizó un dirigente.

Máximo Kirchner se ausentó de la reunión del bloque

La exvicepresidenta defiende las primarias como un dique de contención: cree que una interna controlada puede neutralizar el desfío del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sin hacer volar por los aires al PJ. La orden velada de la exvicepresidenta fue desoída, incluso, por Gerardo Zamora, uno de sus mejores alumnos y con quien mantiene un vínculo estrecho.

El santiagueño es un superviviente nato. La suspensión de las PASO no mueve la aguja en su territorio, donde Zamora ejerce un dominio total del escenario político. Su cálculo es otro: preservar el vínculo con la Casa Rosada. Organizar las elecciones cuesta caro, y él sabe que, si no colabora con la jugada del Gobierno, le pasarán factura y el ajuste será impiadoso.

Javier Milei y Gerardo Zamora, durante la firma del Pacto de Mayo

La rebelión de los del interior

La vieja tensión entre el interior y el AMBA volvió a encenderse. El chaqueño Juan Manuel Pedrini, promotor de un proyecto para suspender las primarias, alzó la voz con fastidio. Dijo estar “podrido” de que los temas de Buenos Aires y la Capital dominen la agenda nacional, mientras los problemas del resto de las provincias quedan relegados a un segundo plano. El mensaje fue directo y sin diplomacia. A fin de año, el santafecino Roberto Mirabella se fue del bloque con un argumento similar.

Se sumaron a este reclamo otros referentes del interior. Los santiagueños explicaron su decisión y argumentaron que fueron consecuentes con lo planteado en el pasado: en 2022 impulsaron junto a otros gobernadores un proyecto para derogar las primarias. Nadie los cuestionó.

El jefe del bloque de Unión por la Patria en Diputados, Germán Martínez, admitió en pleno recinto las dificultades internas que enfrenta su espacio, pero aseguró que seguirán dando la pelea parlamentaria. “Miren, cuando las cosas como bloque no salen tan bien, lo reconozco, me hago cargo”, afirmó, en un intento por contener las tensiones que marcaron los últimos días. El legislador santafesino remarcó la necesidad de sostener el diálogo, pese a las diferencias electorales: “No vamos a perder ni un segundo en discutir con nuestros compañeros con los cuales tenemos luchas en común”.

En el centro del debate ubicó a la ley de presupuesto, y Martínez dejó en claro que su bancada insistirá en que se discuta con seriedad: “Vamos a recurrir a todas las herramientas parlamentarias que tiene esta Cámara”.

En la antesala de una sesión clave, Martínez admitió que la unidad del bloque volverá a quedar en la cuerda floja. “Me hago cargo cuando no podemos tener una posición unificada, y eso va a suceder hoy”, anticipó. Si el Gobierno consigue los votos con la ayuda de los bloques dialoguistas, el sector de UP que respalda las primarias probablemente opte por la abstención. Nadie quiere echar más leña al fuego ni quedar alineado con los libertarios a las puertas de la campaña electoral.

Pero si la continuidad de las PASO entra en zona de riesgo, no dudarán en mover sus fichas. La supervivencia, antes que nada.

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