
La pelea por el modelo libertario transcurre más internamente de La Libertad Avanza que en las confrontaciones con otras fuerzas políticas. En las próximas horas se terminará de definir qué postura es la que gana en esa pelea interior. Si la de ir por todo y derogar el presupuesto porque “ya no sirve” o la de negociar, meter modificaciones y recomponer con los aliados.
La caída de un capítulo completo del Presupuesto en donde el oficialismo había incluido acuerdos económicos -condonación de deudas a empresas-, acuerdos políticos -fondos para CABA y para el Poder Judicial– y un grupo de artículos que están en línea con la batalla cultural – Emergencia en Discapacidad- le dieron un golpe inesperado a la Casa Rosada.
“Hay que votarlo así como está, pero es deficitario”, dijo Ezequiel Arauche, presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado. “Tiene déficit, no nos sirve”, afirmó Bertie Benegas Lynch, titular de la Comisión de Presupuesto en Diputados. El Gobierno salió a decir que analizaba vetarlo si se aprueba sin ese capítulo. Pero otro sector estudia la posibilidad de introducir modificaciones en la Cámara revisora.
“La verdad es que salió todo mal. Casi no conseguimos el quórum. Repartimos 60.000 millones vía ATN a los gobernadores y se nos dieron vuelta. El PRO nos pidió los fondos del fallo de la Corte y lo metieron en el Capítulo más complicado. Avanzaron con la idea de votar por capítulos y no por artículos, que de esta última manera se caía universidades y discapacidad, pero salía todo lo demás. Y ahora no nos ponemos de acuerdo en qué es lo que hay que hacer», explicó una fuente libertaria.
Ese desconcierto quedó en claro cuando la Casa Rosada hizo circular la versión que lo iban a vetar, mientras que, en paralelo, el ministro del Interior, Diego Santilli, aseguraba que iban a realizar modificaciones en el Senado. Una tercera idea llegó con Bullrich, quien dijo que el viernes que viene “se aprueba así como viene de Diputados”. Pero, como es una versión para cada lado, Martín Menem se mueve en la línea de Santilli y ya dio la orden a los diputados del bloque que estén el 29 de diciembre en la Ciudad. “Todos fueron avisados que el 30 tienen que estar para ir al recinto para que vayan sacando los pasajes”.
La pelea no es solo por el camino a seguir sino por el responsable de cómo el Gobierno, que salía ganador de las elecciones y triplicaba su presencia tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, ahora tiene que salir a buscar la aprobación de un proyecto que no conforma, pero que es una de las condiciones que pide el Fondo Monetario Internacional.
“La pregunta que ahora recorre el Senado es ¿quién puede aprobar que el Gobierno, que no le paga las deudas a ninguna de las provincias, le pague a la Ciudad? Hay solo 3 senadores porteños y 21 patagónicos que reclaman obras en las rutas. Por eso Bulrich dice que quizás esos artículos llegan por afuera del Presupuesto», explicó un operador de la Cámara alta.
Otro punto también a tener en cuenta es cómo rearma la relación con el PRO luego de que estos sientan que, una vez más, La Libertad Avanza rompía un acuerdo político desplazándolos de la silla que entendían que les corresponde en la auditoría General de la Nación.
Por último, la decisión pasará por si en esta ocasión el oficialismo realmente cuenta con el número necesario en Diputados porque, en el caso de que se apruebe con cambios, debe volver a la Cámara baja y ahí ya no se aceptan hacer modificaciones: es una votación por sí o por no. El riesgo es alto, inclusive para un Gobierno que dice acelerar en las curvas, pero que negocia cargos en los boxes.



