A diez días de las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre, los armadores de La Libertad Avanza (LLA) trabajan en el operativo de fiscalización que desplegarán en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires durante los comicios nacionales. Ante el desafío de cubrir un total de 109.046 mesas en todo el país, los libertarios coordinan con los todos los sectores que integran la alianza que aspira a ganarle a Fuerza Patria por la composición del Congreso Nacional.
De la centralización de la tarea se encarga el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem, quien articula con los responsables violetas de cada provincia, pero también con los gobernadores con los que tejió acuerdos electorales y con los socios del PRO.
De esta forma, Alfredo Cornejo (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Jorge Macri (CABA) contribuirán con el despliegue de más de cien mil personas en cada territorio para defender la boleta del presidente Javier Milei.
“Donde vamos con los gobernadores coordinamos con ellos la tarea de la fiscalización en base a la disponibilidad de cada lugar. Es una tarea conjunta. Estamos mucho más organizados que en las elecciones de 2023″, sintetizaron a Infobae por los pasillos de Balcarce 50.
En la Provincia y en la Ciudad de Buenos Aires, el PRO asumió la responsabilidad de comprometer a gran parte de su militancia para el control de la elección. En territorio bonaerense, y con los comicios del 7 de septiembre como antecedente, se conformó una mesa de fiscalización que incluye a cada uno de los sectores de la alianza: por Sebastián Pareja asiste el concejal Luis Palomino; por Cristian Ritondo lo hace Luciano Gómez Alvariño, quien a su vez es apoderado del partido amarillo; y por Diego Santilli, el subsecretario de Ciencia y Tecnología, José Luis Acevedo.
El partido amarillo estará al frente de la coordinación de la tarea en los municipios donde son fuertes como Zárate, Vicente López, Pinamar, entre otros, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se encargará del 30% de las mesas. El 70% restante quedará cubierta por la militancia que responde a la dirigente karinista Pilar Ramírez.
Asimismo, la tensión abierta al interior del espacio por el armado de las listas parece haber sido relegada a un segundo plano y las Fuerzas del Cielo también harán su aporte, de forma coordinada, a la tarea que se desarrollará mayormente en territorio bonaerense. Según supo este medio, luego de haber sido acusados de no participar en la fiscalización de septiembre, los celestiales colaborarán en Quilmes, San Miguel, San Martín, José C. Paz, La Plata, Mercedes, Almirante Brown, Campana e Ituzaingó.
“Estamos funcionando en coordinación con todos los espacios. Parece que tomaron conciencia de la necesidad de dejar el puterío de lado, por lo menos hasta el 27″, sostuvo un alfil bonaerense sobre el rol de los dirigidos por el asesor presidencial, Santiago Caputo.
El montaje del operativo al resguardo de los votos: apps, planillas y la polémica por los viáticos
Si bien la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) facilita el procedimiento, los fiscales deberán atender algunos detalles propios de la papeleta en la custodia de los sufragios. “Habrá que estar atentos a cada movimiento de la autoridad de mesa, la única con capacidad de firmar la boleta. Sobre todo en el conurbano profundo”, alertan los organizadores de la tarea.
La información recopilada será centralizada por una mesa nacional, aún en conformación, que operará desde Capital Federal, y que desempeñará la tarea de monitorear los datos de cada lugar para evitar sobresaltos durante la jornada.
Una importante fuente reveló a Infobae que cada provincia tendrá la libertad de aplicar su propio sistema en base a sus necesidades y a la capacidad adquisitiva de cada regional, bajo a supervisión de referentes locales que deberán reportar a las autoridades nacionales. Para eso, habrá un fiscal en cada una de las mesas que responderá de manera directa a otro fiscal general que estará a cargo del establecimiento.
En el campamento libertario anticiparon que la fiscalización para la elección nacional “está cubierta” y que cada referente provincial se jacta de contar con el número necesario de personas para hacer pie en la misión.
El proceso de selección de fiscales es variado. Por un lado, hay voluntarios que se acercan a ofrecer sus servicios -gratuitos- a los locales partidarios o dejan sus datos en la página web de La Libertad Avanza, y por otro, están los que esperan recibir una remuneración por la tarea. Después de una breve capacitación y de la entrega del kit que incluye una carpeta con las planillas y la posibilidad una vianda, están listos para resguardar los votos.
El pago de la fiscalización durante las elecciones bonaerenses abrió un foco de conflicto en las filas libertarias luego de que dirigentes del parejismo fueran acusados de no haber abonado la suma consensuada a un porcentaje de fiscales. Desde el entorno del armador desmienten que eso haya ocurrido como regla, aunque admiten la posibilidad de “algún que otro vivo”, y descartan que algo similar suceda el 26 de octubre.
En los territorios de peso como Córdoba, Buenos Aires y la Ciudad, que representa un total de casi 20 millones de electores, los equipos violetas corren con ventajas tecnológicas para la sistematización de los datos y el seguimiento del personal que distribuirán en cada escuela del país. Este 26 de octubre, algunos implementarán el uso de una aplicación que cuenta con geolocalización y que les permitirá llevar el control de cada mesas y acceder, casi de manera inmediata, a la lectura de los datos escrutados.
En CABA, integrantes de la juventud porteña diseñaron un bot que recopilará los certificados de escrutinio e interpretará los datos a través del uso de inteligencia artificial.
Sin embargo, como la premisa “no hay plata” también rige para los propios, otras provincias se verán obligadas a recurrir al sistema tradicional que incluye el relevamiento manual, mesa por mesa.