
El clima en la Cámara de Diputados sigue tenso. La última reunión para acercar posiciones sobre el proyecto de Presupuesto 2026 terminó de mala manera y el oficialismo no retomó los contactos con los bloques dialoguistas. Si bien la negociación estará condicionada por el resultado electoral y por la eventual reconfiguración del Gabinete, los bloques de la oposición se mantienen firmes y advierten que no permitirán que los libertarios hagan tiempo hasta enero para aprobar la “Ley de leyes” con la nueva configuración del Congreso.
La oposición negocia desde una posición de fuerza ya que a principios de octubre logró aprobar un emplazamiento que obliga a la comisión de Presupuesto a firmar un dictamen el 4 de noviembre. Esta fecha no fue elegida caprichosamente, sino que le da margen suficiente para convocar a una sesión para el 12 de noviembre y así el Senado podría sancionar la ley en la última semana de noviembre o la primera semana de diciembre. Todo antes del recambio del 10 de diciembre, a partir del cual el Gobierno aspira a lograr un tercio propio que le permita sostener cualquier veto presidencial.
“No creo que lo hagan porque sería muy poco inteligente, pero si el Gobierno insiste con la estrategia de llegar al tercio y cerrar el Congreso, esto termina en crisis”, opinó una de las principales voces de la oposición dialoguista.

En la reunión convocada por el presidente de Diputados, Martín Menem, con los jefes de los bloques opositores -excepto el peronismo- y el Secretario de Hacienda, Carlos Guberman, los libertarios se mostraron inflexibles.
“En esa reunión Guberman nos dijo que nadie en EEUU les está pidiendo el Presupuesto y que no tiene plata para aplicar las leyes que salieron ratificadas por dos tercios, como Discapacidad, Universidades y Garrahan porque el superávit lo tienen que usar para pagar intereses de deuda”, señaló uno de los diputados que estuvo presente y aclaró que la oposición no tolerará que el Gobierno decida no aprobar leyes que fueron aprobadas con amplio consenso.
Desde el peronismo ya adelantaron que el 4 de noviembre avanzarán con un dictamen propio que contemple las tres leyes ratificadas por el Congreso tras el veto de Milei y además, entre otros puntos, una recomposición de las jubilaciones.
Por su parte, el bloque Encuentro Federal también presentará un dictamen propio que toma como punto de partida el proyecto de Presupuesto del Gobierno, pero incluye partidas para implementar las leyes de Discapacidad, Universidades, Garrahan y una recomposición para las cajas previsionales provinciales.
“El Presupuesto del Gobierno tiene 1.5 puntos del PBI de superávit y en nuestro dictamen quedaría en 0.9 puntos de superávit. Nosotros buscamos respetar el superávit que quiere el Gobierno pero reflejar también los temas que ya están saldados, porque fueron aprobados por dos tercios del Congreso”, explicaron desde el bloque que conduce Miguel Pichetto.
En ese sentido, señalaron que un proyecto aprobado con consenso de parte de la oposición que tenga 0.9 de superávit es una señal a los mercados mucho más fuerte que un proyecto con 1.5 de superávit, pero que no tiene apoyo de ningún sector opositor.
Ante las versiones de que el Gobierno intentaría demorar la discusión para aprobar el proyecto en enero o febrero, después del recambio legislativo, desde la oposición aseguraron que las condiciones no están dadas.
“Milei tendría que firmar ya mismo el decreto convocando a sesiones extraordinarias y tendría que haber una señal muy fuerte de que están dispuestos a negociar. Hasta ahora eso no pasó y faltan dos semanas para la fecha de dictamen”, analizaron.
En el entorno de Martín Menem dejaron trascender que podrían aceptar algunas de las propuestas opositoras siempre y cuando se respete el principio del superávit fiscal. Pero no dan mayores detalles sobre alguna negociación en curso. “Todavía no vimos el proyecto de Encuentro Federal, por lo menos celebramos que la discusión se dé dentro de los parámetros que planteábamos de superávit fiscal”, explicaron.
Los opositores no confían en Martín Menem y además sospechan que el oficialismo podría aceptar algunas de las propuestas opositoras para luego no llevarlas a la práctica, como hizo con las últimas leyes aprobadas. “Nada impide que después sub-ejecuten las partidas, pero ya será un problema de la Justicia”, señalaron.
Por lo pronto, todos los bloques esperan a conocer el resultado de las elecciones de este domingo para definir sus próximos pasos, todos coinciden en que a partir del lunes puede ser “otro país” u “otro Gobierno”.



