Los tres distritos más populosos del país empiezan a tensionarse con el avance del calendario electoral y la UCR busca hacer pie para no terminar de quedar eclipsado por La Libertad Avanza. Una lucha que comparte con el PRO. Tras el pedido de detención de Cristina Kirchner, los correligionarios bonaerenses empiezan a mirar con desconfianza a los peronistas enfrentados a La Cámpora, a quienes hace poco creían aliados. En las próximas semanas, Maximiliano Pullaro tendrá la elección general en Santa Fe, donde la ciudad de Rosario tendrá un rol clave con la atenta mirada del gobierno de Javier Milei. En Córdoba, en cambio, hay más interna que estrategia electoral.
“El peronismo está más fuerte con Cristina presa”, dicen los radicales bonaerenses que conocen de las internas de Axel Kicillof con el sector de Máximo Kirchner, pero están convencidos de que finalmente llegarán a la unidad cuando se resuelva la detención domiciliaria de la ex presidenta. A su pesar, observaron que muchos de los intendentes que se enfrentaron al kirchnerismo, y que pregonaban el armado de centro, apoyaron la idea de la “proscripción”.
“Se quedan sin ideas para romper”, reflexionan y los descartan de su armado electoral. Aunque esos peronistas no K insistan con una posible alianza, en la UCR no sería bien visto recibir dirigentes que no apoyen la resolución de la Justicia en la causa Vialidad y no abracen la idea de la lucha contra la corrupción.
Los dos sectores que hoy conducen el radicalismo bonaerense, con Miguel Fernández y Pablo Domenichini a la cabeza, se acercan cada vez más a esa construcción de centro, según pudo saber Infobae. Hasta hablan de la posibilidad de revivir Juntos por el Cambio si las negociaciones entre Cristian Ritondo, Diego Santilli y Sebastián Pareja dejan más heridos del PRO en el camino. De todos modos, algunos dirigentes no quieren cerrarle la puerta a las negociaciones con La Libertad Avanza. Una mirada que mantiene la tensión. Con todo, la próxima semana avanzarán con las reuniones por Zoom con dirigentes seccionales y esperan dar definiciones antes de que termine el mes de junio.
Santa Fe
Con los convencionales constituyentes ya elegidos, la provincia de Santa Fe tendrá el próximo 29 de junio las elecciones generales para elegir 19 intendentes y renovar 65 Concejos Deliberantes. Si bien Maximiliano Pullaro triunfó cómodo en las PASO de abril, las disputas territoriales que se ponen en juego son claves para fortalecer su liderazgo. De todos modos, el foco estará en Rosario, ciudad que concentra el 35% del padrón electoral, lo que la convierte en un distrito determinante para cualquier dirigente que busca gobernar la provincia.
Para la disputa rosarina hay tres candidatos que protagonizan la contienda, entre ellos, la oficialista Carolina Labayru, quien tiene el desafío de validar la gestión de Pablo Javkin; Juan Monteverde, el ex aliado de Juan Grabois que busca liderar la renovación peronista local; y Juan Pedro Aleart, un joven ex periodista que le garantizó el único triunfo a La Libertad Avanza en las últimas PASO.
En las internas del 13 de abril, el peronismo fue la fuerza que ganó la elección, pero Aleart fue el candidato más votado para el Concejo Deliberante. En tercer lugar quedó la candidata del intendente. Según pudo reconstruir Infobae, las condiciones están dadas para que ese escenario se repita en las generales. Es por eso que los libertarios llevan adelante una estrategia de polarización similar a la que utilizó Manuel Adorni en la ciudad de Buenos Aires, enfrentando a Leandro Santoro. Esa jugada dejó al PRO, con Silvia Lospennato a la cabeza, lejos de los dos primeros puestos.
“Aleart y Labayru comparten el mismo electorado y, además, ambos responden a Patricia Bullrich”, dicen en el equipo de Monteverde quienes confían en que el referente de Ciudad Futura quedará en primer lugar en la próxima elección a concejal, lo que le garantizaría, según analizan, un fuerte impulso para el 2027. “A Rosario le falta un intendente”, repiten como slogan de campaña y se ilusionan con ser un ejemplo de unidad y renovación para el peronismo a nivel nacional.
En el campamento de La Libertad Avanza aseguran que el 29 de junio se ponen en juego dos modelos de ciudad: el regreso del kirchnerismo o la implementación de las ideas de la libertad que pregona el presidente Javier Milei. “El modelo actual de Javkin está agotado”, dicen cerca de Aleart, quienes buscan dejar afuera de los dos primeros puestos a Labayru. “Los peores años de Rosario fueron con el kirchnerismo a nivel nacional y el socialismo en lo local, con los mayores índices de homicidios”, denuncia el ex periodista.
Para la batalla legislativa local, Javkin eligió a su secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana por su perfil de “cercanía con la gente y de gestión”. En la Municipalidad también tienen acusaciones para sus principales contrincantes: “Está en juego evitar el regreso de un kirchnerismo que nos abandonó a los rosarinos, o repetir las recetas que vienen de Buenos Aires”. Con esa línea discursiva, acusan a Aleart de ser un “comentarista” de la realidad, que no habla sobre los fondos que Nación no envía para obras y mantenimiento, mientras que a Monteverde lo fustigan por “ocultar” los dirigentes K que lo apoyan.
Córdoba
En Córdoba los rumores sobre el futuro electoral de Rodrigo de Loredo no cesan. Algunos lo dan como excluido de cualquier posibilidad de ser candidato de La Libertad Avanza y otros dicen que negocia el tercer puesto en la lista del gobierno nacional para la pelea por las nueve bancas en octubre. En paralelo, en la UCR saben que su futuro es quedar en tercer lugar y, en el mejor de los escenarios, podían meter dos diputados en el Congreso Nacional. La pelea por estas horas es definir quiénes van a ser los candidatos y los posibles aliados.
En la provincia que gobierna Martín Llaryora se estableció que la fecha para presentar alianzas será el 7 de agosto y, diez días después, se deberán registrar las listas de candidatos. Con ese cronograma, la UCR que preside Marcos Ferrer estableció que el día 3 de ese mismo mes el partido llevará adelante su interna para definir los postulantes. Pero igual hay malestar por la falta de precisiones en el cronograma electoral partidario.
“No están cumpliendo un carajo”, alertó Ramón Mestre, enojado con Ferrer y su socio De Loredo. Según explicó el ex intendente de la ciudad capital a Infobae, las autoridades fijaron una fecha para la interna para “conformar” a la Justicia Electoral Provincial pero evitan la convocatoria a la presentación de candidatos. En el fondo, el temor es que se trate de una maniobra para dilatar los tiempos e imponer la estrategia oficialista.
¿Cuál sería la estrategia de Ferrer y De Loredo? En caso de que se confirme la imposibilidad de una alianza con los libertarios, los radicales se ilusionan con una especie de reedición de Juntos por el Cambio. El problema es que gran parte del PRO integra el Gabinete de Llaryora y otro sector (como Laura Rodríguez Machado) responde a Patricia Bullrich. La única macrista pura que quedó fiel a la estructura amarilla es Soher El Sukaria. Por la Coalición Cívica el puesto quedó vacante con la salida de Gregorio Hernández Maqueda, quien hoy se siente representado por las ideas libertarias.
Los radicales anti libertarios prefieren apostar a la Lista 3. Creen que, en caso de ir a una alianza, deberán resignar la posibilidad de ganar las dos bancas para la UCR. Con socios en el medio deberían negociar esos espacios. Con esa lógica, el sector de Mestre presentará resistencia. Mientras tanto, Juan Jure, el legislador que lidera otro de los sectores, lanzará su candidatura el próximo 3 de julio en Río Cuarto, en un acto en el que se espera la convocatoria de más de mil personas.