
Javier Milei firmó en las últimas horas el proyecto de modernización laboral que irá al Congreso con un sorpresivo agregado de último momento que causará un fuerte impacto político: el artículo 91, que no figuraba hasta ahora, determina que la Justicia Nacional del Trabajo “mantendrá su vigencia hasta tanto se instrumente el acuerdo de transferencia de competencias de la Justicia Nacional del Trabajo entre la Nación y el Gobierno de CABA”.
“Una vez formalizado dicho acuerdo se dispondrán los actos necesarios para su progresiva disolución conforme las previsiones y plazos que surjan de dichos instrumentos”, dice el artículo, que se incorporó de manera inesperada y se convirtió en una señal de que el Gobierno está dispuesto a acelerar el traspaso de los juzgados laborales a la Ciudad de Buenos Aires, lo que implica disolver los que funcionan hoy a nivel nacional y que desde el oficialismo y el empresariado son vistos como cercanos al kirchnerismo.
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