Hace ya varios años que vienen sumando seguidores los auriculares TWS de diseño abierto (que no obturan el canal auditivo con el parlante, sino que se quedan fuera de él, en lo que sería la concha de la oreja), y en los últimos meses salieron a la venta en la Argentina dos modelos que estuve probando por estos días: los Moto Buds Loop y los Shokz OpenFit Air. Se unen a las múltiples oferta de compañías como Xiaomi, Huawei, Sony y muchas otras con este tipo de diseño.
Los Moto Buds Loop son los compañeros de los auriculares que Motorola presentó el año pasado, y su diseño abierto consiste en un parlante esférico y una batería algo más alargada, ambos unidos por un arco; la idea es que el parlante se ubica en la entrada del canal auditivo, y la otra parte queda detrás del cartílago de la oreja, con el arco (que es algo flexible) con la tensión suficiente como para que quede como un aro. Viene en dos versiones: la estándar, que probé yo, con un precio de 179.999 pesos, y una que tiene las mismas prestaciones, pero que incluye cristales Swarovski en el arco, para que los auriculares cumplan también una función estética. Esta versión tiene un precio de 359.999 pesos.
Los auriculares son livianos y muy cómodos: realmente están hechos para ser usados todo el día sin que molesten; en el caso de los Swarovski tienen el agregado de parecer un accesorio de moda, aunque son evidentemente auriculares (y no una joya disimulada, como los Nova H1 que se enganchan en el lóbulo de la oreja). El sonido está ajustado por Bose y la calidad es muy buena; recomiendo instalar la app de Moto para configurarlos, instalar la actualización de firmware que estaba disponible cuando los activé (un proceso muy sencillo) y configurar algunas funciones, como el activar el asistente del teléfono con un toque o el audio espacial (toma un punto de referencia como origen de la música y si movemos la cabeza lo mantiene, dando más realismo a una película).
Estos auriculares tienen 8 horas de autonomía con una carga, y suman 19 más en el estuche de carga. Y están hechos, sobre todo, para actividades deportivas: además de estar protegidos contra polvo y sudor, el diseño abierto hace que queden bien firmes al trotar o hacer otros movimientos, y de paso no nos aíslan del entorno.
Esto es una virtud y una función premeditada, común a otros auriculares de diseño abierto. También significa que no tiene cancelación activa de ruido (ANC), así que quienes quieran aislarse del entorno -por poco que sea- deberán buscar otros auriculares. Pero de nuevo: es a propósito que sean así.
Donde Moto sí podría haber agregado algo es en la carga inalámbrica del estuche, una función no precisamente vital, pero que muchas veces puede ser muy cómoda. A la vez, con 10 minutos de carga por USB-C logra unas tres horas de autonomía, así que no está tan mal.
También son multipunto: pueden conectarse a dos fuentes Bluetooth al mismo tiempo (el celular y la computadora, o un reloj deportivo, por ejemplo). Y la caja admite algo inusual: usarlos como un micrófono inalámbrico para grabar sonido, manteniendo los auriculares dentro de su estuche de carga; se activa la grabación con un botón en el estuche. La función, no obstante, está solo disponible con teléfonos Motorola.
También estuve probando, como dije, los Shokz OpenFit Air (390.000 pesos), que tienen un diseño abierto más convencional, con el parlante colgando junto al canal auditivo, y un arco que va por encima de la oreja, como si fuera la patilla de un anteojo. Esa patilla es flexible, así que se adapta sin problemas a cualquier oreja; o en todo caso, a mí me resultaron muy cómodos, incluso al correr y saltar. Tienen también controles táctiles -más sofisticados que los de los Buds Loop de Moto- para pausar la música o controlar el volumen, y hasta 6 horas de autonomía con una carga, y otras 20 en el estuche de carga. Al igual que los Buds Loop, son multipunto (se vinculan con dos aparatos) y están protegidos contra el sudor y el polvo.
Por su diseño tampoco ofrecen cancelación activa de ruido: la idea es que al hacer deporte estemos atentos al entorno (en calle, en el gimnasio, etcétera) y el sonido siempre es una buena fuente de alerta. Pero esto hace que si estamos en un lugar con ruido ambiente elevado (de nuevo: la calle, el gimnasio) tendemos a subir el volumen de los auriculares.
No hay problema en este punto con los Shokz (tienen buena potencia sin distorsión), que además, con una actualización que estaba disponible cuando los activé (sí: todo tiene actualizaciones de firmware hoy) suman una función para tratar de evitar otra característica de los auriculares abiertos, y es que se “escapa” la música, lo que puede importunar a los demás. Así que los Shokz incorporan una función que cambia levemente la ecualización, y que reduce las frecuencias más agudas para evitar que lleguen a oídos ajenos, intentando preservar la calidad del sonido original sin importunar a los demás.
Quienes busquen alternativas a estos dos auriculares encontrarán muchísimas opciones en el mercado local, de múltiples marcas. Por ejemplo, los Sony LinkBuds, que tiene un diseño tipo botón, con una aleta para trabar el auricular en la antihélice (la parte más cartilaginosa de la oreja), pero también con un aro que deja libre el paso del sonido y el aire en el canal auditivo, y que tiene un precio local de unos 350.000 pesos; tienen hasta 22 horas de autonomía con su estuche de carga.
Si prefieren un diseño intrauricular (in-ear) que provea cancelación de ruido, pero que no se caiga de la oreja, pueden probar con los recién llegados Galaxy Buds Core de Samsung (136.000 pesos), que también incluyen una aleta que traba en la oreja, un diseño que la compañía ya usó en modelos anteriores y que es muy efectivo para hacer que los auriculares no pierdan su posición.